Hay delitos que ya no se cometen en las calles y están en constante ascenso, afectando a todos los territorios, por la ubicuidad y la instantaneidad de internet, y porque casi todos tenemos un smartphone, una ventana abierta al mundo. La ciberdelincuencia deja 5 hechos al día en la provincia de Ourense, de media, el 85% de los cuales son fraudes informáticos.
“Nuestros consejos fundamentales son que en internet, al igual que en la calle, hay que guiarse por el sentido común”
Las personas mayores son más vulnerables por su menor formación tecnológica y por la mayor brecha que supone para estas edades la amplia digitalización de las gestiones bancarias. Dentro de las iniciativas del Plan Mayor, para mejorar la seguridad de las personas de más edad, las fuerzas de seguridad mantienen charlas con entidades y asociaciones para redoblar la prevención.
Ante el relevante incremento de los casos de fraude telemático, los agentes transmiten e insisten con consejos para evitar estos delitos, y además resuelven dudas.
“Las estafas son un tipo delictivo que se aprovecha de la vulnerabilidad de la víctima, y para mantener viva la idea de evitarlas, llevamos a cabo estos planes de concienciación con los grupos de riesgo”, explica el policía Antonio Mosquera, del área de Participación Ciudadana de la comisaría de Ourense. A requerimiento de la UNED, el agente compartió este jueves las principales recomendaciones contra el ciberdelito con un grupo de una docena de alumnos de más de 55 años.
“La gente mayor se preocupa por informarse y por estar al día, les gusta saber y utilizar las tecnologías, muchos de ellos para poder relacionarse más con hijos y nietos”, introduce el agente. “Nuestros consejos fundamentales son que en internet, al igual que en la calle, hay que guiarse por el sentido común”.
En los últimos tiempos, estafas como el phishing a través de SMS o de correo electrónico, el fraude del Bizum o del código QR, notificaciones falsas para la vacuna o una PCR, o llamadas maliciosas suponen una amenaza que puede traducirse en la pérdida de importantes cantidades de dinero o en la apropiación de datos y contraseñas por parte de los delincuentes.
La Policía Nacional y la Guardia Civil piden que, en ninguna ocasión, se faciliten datos personales y bancarios a través del teléfono, ni se remita una imagen del DNI –el riesgo es sufrir una suplantación de identidad, incluso siendo utilizado el nombre de la víctima en otras estafas–, ni tampoco se entre en enlaces de supuestas comunicaciones de bancos –que nunca proceden de esa manera– o empresas de transporte que notifican algo sobre la supuesta entrega de un paquete.
En la Comandancia de la Guardia Civil de Ourense hay dos ‘Equipos @’ conformados por un total de siete agentes. Son el ‘@Santa Mariña’ –la parroquia ourensana en la que se ubica el principal acuartelamiento de la provincia– y el ‘@ Ourense’. Su función es prevenir, proteger y perseguir a los delincuentes que actúan a través de la red. La misma tarea lleva a cabo la Policía, en la demarcación de la ciudad. El subgrupo contra los delitos tecnológicos de la comisaría está conformado por cinco efectivos.
“En este momento son cada vez más los delitos de ciberdelincuencia. Estamos en cifras realmente exponenciales. Supone una preocupación importante”, reconocía el subdelegado del Gobierno, Emilio González, hace unos días.
“El incremento es importante, aritmético. La red da una apariencia de seguridad que es falsa. Es un medio que las organizaciones están aprovechando para delinquir”, manifestó a este periódico en diciembre el comisario jefe provincial, Juan Carlos Blázquez.
“Paliaremos y evitaremos esta modalidad delictiva si hacemos una política criminal mucha más preventiva, informando al ciudadano, más una segunda faceta que es muy importante: si todas las entidades financieras ponen en práctica la directiva europea sobre la doble identificación será mucho más difícil de violentar. En la medida en el que las entidades hagan una mayor inversión en seguridad eso va a redundar en una mayor eficacia”, dijo el responsable policial.
El cibercrimen tiene un alcance global. Dejó en 2020 en España casi 288.000 denuncias, un 31,9% más que en 2019 y el 16,3% del total de delitos registrados, cuando el ejercicio anterior la proporción era del 9,9% y, en 2016, del 4,6%. En Galicia se denunciaron 14.632 casos, un 26% más que en 2019.
La Guardia Civil y la Policía detuvieron e investigaron en la provincia de Ourense a 75 ciberdelincuentes en 2020 –a 36 por fraudes informáticos–, por los 52 de 2019, los 22 de 2016 y los 13 de 2015
Según la estadística de acceso público de la Secretaría de Estado de Seguridad, en 2020 se registraron 1.533 infracciones penales en la provincia relacionadas con la cibercriminalidad, de las cuales 1.308, el 85,3%, consistieron en fraudes informáticos, la principal amenaza de la ciberdelincuencia.
El incremento del total de estos hechos se sitúa en un 266% en la provincia desde 2017 –se cometieron 419 hechos– a 2020. El avance de la ciberdelincuencia no se detiene. Entre 2019 y 2020 los casos subieron un 57,2%, después de que ya se hubiera duplicado el número entre 2018 y 2019: de 636 a 1.130 hechos conocidos en la provincia relacionados con el ciberdelito.
En correspondencia con el aumento de esta nueva delincuencia también ha subido la eficacia policial, al hilo del incremento de efectivos y medios para las unidades especializadas de las fuerzas de seguridad. En la provincia se esclarecieron 294 hechos en 2020, un 114,6% con respecto a los 137 de 2019. De los 294 asuntos aclarados, 195 eran fraudes informáticos.
En esa misma línea, la Guardia Civil y la Policía detuvieron e investigaron en la provincia de Ourense a 75 ciberdelincuentes en 2020 –a 36 por fraudes informáticos–, por los 52 de 2019, los 22 de 2016 y los 13 de 2015.
