Ourense cerró 2021 con 13.200 parados y la tasa de inactividad más alta de España. El 51,8% de la población mayor de 16 años en esta provincia está fuera del mercado laboral, ya sea por encontrase todavía en su etapa formativa, por haber alcanzado la edad legal de jubilación o sufrir una incapacidad, entre otras razones. El envejecimiento de la provincia, donde uno de cada tres habitantes supera los 65 años, explica esta tasa que hace que Ourense sobresalga en el conjunto nacional. Solo Asturias, donde la población inactiva representa el 50%, ofrece un dato similar; en el resto, la población activa es superior.
Por otro lado, la recuperación económica tras la pandemia del COVID-19 está siendo lenta en Ourense. La Encuesta de Población Activa correspondiente al cuarto trimestre de 2021, publicada este jueves por el INE, refleja una variación muy leve en los datos en comparación con los registrados hace un año, y un empeoramiento si se analizan en contraste con los del tercer trimestre.
"Debería ser el año de la recuperación"
A cierre de año había 500 parados más que cuando finalizó el período estival y 1.600 ocupados menos. La población activa cayó, al pasar de 130.400 en el tercer trimestre a 129.200. Desde Comisiones Obreras, la secretaria xeral, Ana Barrios, señala que los datos “son muy malos” teniendo en cuenta que 2021 “debería ser el año de la recuperación”. Opina que la propia dinámica del mercado laboral “ayuda a perder población activa (-1.200): un número considerable de personas no encuentra en Ourense respuesta a sus expectativas de encontrar trabajo y desarrollar un proyecto de vida”, señala.
"Un número considerable de personas no encuentra en Ourense respuesta a sus expectativas de encontrar trabajo y desarrollar un proyecto de vida”
Los únicos sectores que han creado empleo en este año posCOVID son la agricultura y la construcción. Tras la pandemia ha habido un repunte de familias y personas jóvenes que han optado por fijar su residencia en el rural, y la población ha aumentado este año en todos los concellos que rodean la capital, excepto Barbadás.
Los datos del mercado laboral que recoge la última EPA constatan esta tendencia. La agricultura es el sector que mejores cifras ofrece en el último año en Ourense. Hay 1.800 ocupados más en esta actividad que hace un año, por lo que la tasa de empleo en este sector pasa del 4,8 al 6,2%. A cierre de 2020 había 5.400 ourensanos dedicados a este sector, y un año después son 7.200.
Si se comparan los datos con la situación antes de la pandemia, el crecimiento es aún mayor. A cierre de 2019, antes del COVID, la agricultura ocupaba a 4.800 personas, 2.400 menos que ahora.
La construcción, impulsada también por la rehabilitación de viviendas en el rural, ha crecido este año. De 7.000 empleos a 8.800. El 7,6% de la población ocupada en Ourense está en este sector, un punto más que hace un año. En relación a 2019, también ha mejorado, con 800 puestos más.
En cambio, la ocupación ha bajado en los servicios y la industria este último año. El sector servicios emplea a 80.600 personas, 500 menos que hace un año, y la industria a 19.400, 600 menos.
Más lento de lo esperado
Desde la Confederación Empresarial de Ourense, CEO, la presidenta, Marisol Nóvoa, sostiene que los datos de la EPA “evidencian síntomas de mejoría del mercado laboral. No obstante, la recuperación global de la economía está siendo más lenta de lo esperado a causa de la variante ómicron y la inflación disparada que sufren los precios”. Dos factores, añade, “que ya habían hecho su aparición en el último trimestre del pasado año”. Por otro lado, destaca Nóvoa, “el aumento de los costes empresariales, la falta de suministros en muchas industrias o el encarecimiento de energía y combustibles están poniendo muy complicada la recuperación de la economía a todos los niveles”.
“Todavía queda camino por recorrer para superar los niveles precrisis, tanto en términos de personas como de horas trabajadas, especialmente en el sector privado”
“Todavía queda camino por recorrer para superar los niveles precrisis, tanto en términos de personas como de horas trabajadas, especialmente en el sector privado”, afirma la presidenta de la CEO, que señala que “habrá que analizar el comportamiento del empleo tras las modificaciones de la reforma laboral pactadas entre Gobierno, patronal y sindicatos”. También Ana Barrios, de CCOO, confía en que estas medidas “desplieguen todos sus efectos”, de manera que mejore la estabilidad en el empleo, se recupere el poder de negociación de los trabajadores en los convenios colectivos y se ofrezcan alternativas a los despidos.
