En septiembre de 2016, una oleada de incendios devoró miles de hectáreas en Ourense, con una especial afectación en la Baixa Limia, aunque con alertas en varios puntos de la provincia. El día 11 de aquel mes, un domingo, se declaró un fuego forestal en las proximidades de Camba, en el municipio de Laza, que arrasó 67,68 hectáreas de monte raso.
Un pastor de 58 años fue juzgado hace unos días en el Penal 1 de Ourense por un presunto delito de incendio forestal por imprudencia grave, del que sale absuelto. Solo ejercía la acusación la Xunta de Galicia, mientras que la Fiscalía solicitó el sobreseimiento.
La magistrada Blanca Díez considera que no se ha acreditado que el acusado fuera el único que pastoreaba por la zona donde comenzó el incendio, ni siquiera que estuviera con su ganado en el entorno, a la hora en la que se declaró la alerta, las 13.24. El coste del operativo de extinción, que se repercute a los autores del fuego cuando son condenados, ascendió a 118.595,60 euros. Es la cantidad que reclamaba la Xunta, en el ejercicio de la acusación particular, en concepto de responsabilidad civil.
En el juicio, el acusado manifestó que la zona en la que se produjo el incendio no era pastoreada por él, sino que lo hacía en fincas limítrofes. Además, aseguró que él no había prendido fuego, y que se enteró de que había habido un incendio al día siguiente, cuando se lo dijeron unos vecinos del pueblo.
Ningún testigo sitúa al acusado “en la finca en la que se produjo el incendio a la hora en la que se fija su inicio”, indica la sentencia. El hecho de que pastoreara en fincas limítrofes, y sin que haya pruebas de que lo hiciera el día y la hora del incendio, “por sí solo no es un indicio lo suficientemente relevante para desvirtuar la presunción de inocencia que lo ampara”, subraya la jueza.
