La tala de árboles realizada por la Xunta de Galicia en el entorno de la Universidad Laboral, y que fue definida como un “arboricidio” por la corta drástica de ejemplares en buen estado, no fue solicitada en esos términos, sino que la empresa encargada “se extralimitó”, según el Gobierno local, y taló otros árboles que no iban en la lista.

Esa fue la respuesta que, según el BNG, les dio ayer en junta de área el concejal de Medio Ambiente, Jorge Pumar, donde reconoció que se había enviado a la Xunta una lista con los árboles que eran susceptibles de tala, y la firma a la que se la encargó el Gobierno autonómico cortó también aquellos que no se incluían en la lista, pues estaban en buen estado, creando así una fuerte crítica social por parte de colectivos ecologistas como Amigas das Árbores.

El concejal de Medio Ambiente afirma que se abrió un expediente para investigar lo ocurrido y se nombró un juez instructor para comprobar la diferencias producidas entre las talas enviadas y aconsejadas por el Concello a la Xunta y las que la mencionada empresa realizó en el entorno de la Universidad Laboral.

El propio BNG indica que el concejal les explicó que “la tala llevada a cabo no se ajustó a los parámetros establecidos por el propio ayuntamiento”. Tal y como indicó el concejal Jorge Pumar “se dejaron marcados los árboles que tenían que talar y lo que hicieron fue dejar esas e indiscriminadamente cortar todas las demás”.