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La caída demográfica se ensaña con la capital mientras crece el censo en su área metropolitana

Dos personas mayores caminan por el casco histórico de Ourense. | // BRAIS LORENZO

La caída demográfica no da tregua a Ourense. Las cifras oficiales del padrón municipal del año 2021 difundidas ayer por el Instituto Nacional de Estadística son nuevamente números rojos.

La provincia perdió el último año 1.427 habitantes, reduciendo su población total en un 0,47% respecto al año anterior. La peor parte de este declive se la lleva este año la ciudad de Ourense, que concentra el 73% de la pérdida demográfica. El padrón se desinfló en la capital un 1% respecto al año anterior y cae por primera vez por debajo de los 105.000 habitantes: 104.596 (-1.047). Pero mientras la ciudad se vacía, su área metropolitana y entorno rural, crece. Todos los municipios que la rodean aumentaron población este año. Excepto Barbadás, que también acusa una caída de 136 habitantes en su padrón y baja a 11.022.

Éxodo al rural

Desde el inicio de la pandemia, algunos alcaldes han constatado el creciente interés de muchas familias por fijar su residencia en el rural, tanto a través de la compra de inmuebles o rehabilitación de antiguas viviendas familiares, como haciendo de la que era su segunda residencia la principal.

Pereiro de Aguiar es uno de esos municipios acogedores y la prueba del atractivo que ha despertado está en los datos del padrón. En el último año pasó de 6.350 habitantes a 6.470, sumando 120 nuevos vecinos.

También es notable el crecimiento de San Cibrao das Viñas, con 114 habitantes más y un padrón que alcanza los 5.509. Nogueira de Ramuín sumó 79 y sube a 2.067 vecinos. Este es el único concello de la provincia que ha cambiado de clasificación este año al pasar de la tabla de los municipios de 1.001 a 2.000 habitantes, en la que se encuentran la mayoría de los ayuntamientos de la provincia (41), a la de 2.001 a 3.000, en la que se sitúan otros diez concellos ourensanos.

En el entorno de la ciudad crecen también Amoeiro (+37), Coles (+50), Toén (+21) y Esgos (+6), y otros próximos como Paderne de Allariz (+1) o Taboadela (+35).

33 municipios aumentaron población

Mientras la ciudad se vacía, el resto de la provincia ralentiza su caída demográfica. De hecho, en 33 de los 92 municipios, más de un tercio del total, la población aumentó en el año de la pospandemia. Esta subida en el padrón es un balón de oxígeno para muchas localidades del rural que llevan años viendo caer los números.

El vaciamiento rural afecta también a las villas. Capitales de comarca como O Barco de Valdeorras también pierden población. En este caso, 47 habitantes menos que en 2020 y un padrón que baja a 13.384. O Carballiño perdió 178 vecinos este año y cae a 13.911 habitantes. Xinzo, Ribadavia y Verín también restan, -16, -7 y-3, respectivamente.

Los 33 ayuntamientos que suman población (824 vecinos en total) son Allariz, Amoeiro, Avión, Beariz, Castrelo do Val, Celanova, Chandrexa de Queixa, Coles, Entrimo, Esgos, Larouco, Lobeira, Maceda, Manzaneda, Maside, A Merca, Montederramo, Nogueira de Ramuín, Paderne de Allariz, Pereiro de Aguiar, A Peroxa, Petín, A Pobra de Trives, Porqueira, Rubiá, San Cibrao das Viñas, Taboadela, A Teixeira, Toén, A Veiga, Verea, Vilamarín y Vilamartín de Valdeorras.

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