ENTREVISTA
Alberto Vaquero: “El invierno será la prueba de fuego para los bolsillos de empresas y familias”
Señala que “la capacidad de los hogares dependerá de la evolución de la inflación”

Alberto Vaquero, profesor de Economía de la UVigo. | // M. BREA / A.G.Tesouro
El Índice de Precios al Consumidor del mes de octubre se situaba en una variación anual del 5,8% con respecto al año anterior y un 5,6% de incremento desde el mes de enero de este año. Esto supone que el gasto de los hogares ourensanos se dispare entre un 10% y un 20%, en una situación de reactivación económica y laboral. Alberto Vaquero, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo, señala que la capacidad de la sociedad ourensana y del tejido empresarial para hacer frente al aumento de los precios de los productos y sus materias primas, así como la subida del coste de la energía se verá con la llegada del invierno. Y pide tener muy presente que “los indicadores económicos avisaban de que la economía estaba pisando el freno, antes de la pandemia”.
–El IPC del mes de octubre es el más alto de todos los años, ¿debe temer la sociedad que se mantenga la inflación actual?
–Una inflación moderada no tiene que ser algo negativo. Al contrario, una tasa de inflación interanual entre el 1-2 % es sinónimo de cierto dinamismo y que la economía tiene síntomas de crecimiento, sobre todo por parte del consumo, que es la variable que más pesa en el agregado del PIB.
"Una inflación moderada no tiene que ser algo negativo"
En estos momentos estamos comprobando como la inflación experimenta un repunte importante, en buena medida por el aumento del consumo, tras la contención del mismo durante muchos meses, primero por el confinamiento y luego por el recelo a consumir en los meses con mayor incertidumbre.
Esto está provocando un “cuello de botella” desde el lado de la oferta que se convierten en un aumento de los precios, puesto que la oferta es incapaz de satisfacer a la demanda. Mientras sea algo temporal no sería un problema importante, distinto es que sea un efecto estructural.
–Al IPC, hay que sumarle el auge del precio de la energía en la estación con más consumo, el invierno. ¿Qué queda por venir?
–Sí, así es. Los primeros efectos ya se han visto: subida muy importante del precio de la luz, incremento notable de los carburantes; por lo tanto, ha sido la energía la que ha provocado un aumento notable de los precios y esto ya es patente porque se viene produciendo desde hace meses. Ahora hay que añadir el precio del gas y demás carburantes que alimentan las calderas, ahora que viene el invierno. Hasta ahora las familias y empresas no lo han notado, pero lo harán una vez que comience a hacer más frío. Es cuestión de semanas que veamos reflejado esto sobre el precio de los recibos de calefacción. Esa será la “prueba de fuego” para los bolsillos de las empresas y familias.
"La euforia consumista se verá limitada por el aumento de los precios"
–Con esta coyuntura, ¿se frenará el gasto familiar?
–Por lo de ahora no parece que se vaya a producir ese efecto, puesto que hubo un consumo aletargado o dormido que ahora se ha disparado ante la mejora de las condiciones sanitarias. Con todo, esta euforia consumista se verá limitada por el aumento de los precios. Con todo, esta euforia consumista se verá limitada por el aumento de los precios. Además, hay que tener en cuenta que, desde la UE, el BCE ha apostado por una política monetaria expansiva, pero ya ha avisado que de seguir con la escala de precios, va a frenarla. De hecho, ya ha reducido los importes de deuda pública que venía comprando a los países, entre ellos a España, y ha anunciado que comenzará a desprenderse de esa deuda. Habrá que ver hasta qué punto esto frenará el consumo
–¿Puede afectar esta situación económica a la recuperación laboral después de la pandemia?
–No debería. La ocupación está a niveles prepandemia, pero no podemos olvidar que antes de padecer los efectos de la COVID, el mercado laboral, como la economía en su conjunto presentaban cierta reducción de su crecimiento. Deberíamos tener en cuenta esto y no olvidar que los indicadores económicos estaban pisando el freno. Todo esto hay que tenerlo muy presente.
"Todo dependerá de cómo evolucione la inflación a corto y medio plazo"
–La vida para la sociedad ourensana está más cara. Según los hogares, oscila entre el 10% y el 20%, ¿resistirán los hogares ourensanos? ¿Tienen capacidad para hacerlo?
–El nivel de ahorro de una provincia como Ourense suele ser elevado y tenemos una demografía que ayuda a esto, puesto que a medida que aumenta la edad, nos hacemos más conservadores y cautos en relación a nuestras decisiones de gasto. Además, debido a que una parte muy importante de las rentas de los ourensanos son derivadas de las pensiones y del empleo público, muchas familias tienen una elevada estabilidad de su renta. Esto permite afrontar estos pagos adicionales derivados de la inflación con mayor tranquilidad, pero claro, ese “colchoncito” no es eterno. Todo dependerá de cómo evolucione la inflación a corto y medio plazo.
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