La Audiencia Provincial de Ourense celebró ayer –a puerta cerrada, para preservar la intimidad de la víctima– el juicio contra un hombre acusado de abusar sexualmente de una menor que se encontraba ingresada en la misma habitación del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) en la que el encausado estaba acompañando a una sobrina, también menor de edad.

El varón niega los hechos y asegura que se pasó la noche durmiendo. Pero, según la Fiscalía, que solicita una condena de 3 años de prisión, el mismo tiempo de libertad vigilada y 4 años de alejamiento –la defensa pide la libre absolución–, la madre de la víctima se hizo la dormida, porque sospechaba, y lo sorprendió masturbándose al lado de la cama de su hija, tras presuntamente haberle hecho tocamientos.

La forense, que compareció ayer en el juicio, indicó que no pudo hacer el informe de credibilidad sobre la versión de la víctima porque la menor no se encontraba en condiciones de declarar cuando fue entrevistada. La víctima se encontraba hospitalizada tras haber denunciado otros hechos, un caso en el que otro hombre resultó condenado. La Audiencia Provincial resolverá si hay base en esta causa o si procede absolver al encausado.

Los hechos se remontan al mes de febrero de 2019. El acusado estaba al cuidado de su sobrina en una habitación en la que también se encontraba la víctima. Según la Fiscalía, el encausado hizo varios intentos por quedarse a solas en la habitación con las dos menores. Eso despertó las sospechas de la madre de la denunciante.

Cuando la sobrina del acusado dormía, la progenitora también simuló hacerlo. El ministerio público sostiene que, en ese momento, el encausado aprovechó para acercarse a la cama de la víctima, sobre las 3 de la madrugada. Presuntamente, le hizo tocamientos en diversas partes del cuerpo, la besó en la espalda y se masturbó. Fue sorprendido por la madre de la víctima, que abrió los ojos y encendió la luz al escuchar respiraciones profundas. La señora alertó, que sufrió una crisis nerviosa por estos hechos, alertó a las enfermeras.

En el caso de que resulte condenado, la Fiscalía solicita que sea expulsado del país cuando acceda al tercer grado o la libertad condicional. Propone, además, una indemnización de 2.500 euros por daños morales.