Un hombre acusado de acosar a la mujer que había sido su pareja sentimental se enfrenta a una petición de condena, por parte de la Fiscalía, de 2 años de prisión y 3 de alejamiento e incomunicación, a una distancia mínima de 300 metros. En solo unos días, entre el 22 de octubre y el 5 de noviembre de 2020, el encausado llegó a efectuar presuntamente más de 250 llamadas para controlar a su expareja.

La relación había concluido en el mes de octubre del año pasado. Desde que se produjo la ruptura, el hombre presuntamente presionó a su expareja para retomar la relación o al menos mantener el contacto. La Fiscalía lo acusa de controlar “todos sus movimientos”, así como de llamarla de forma insistente. La acosó, asegura el ministerio público, para saber “qué hacía, dónde se encontraba y con quién”. Cuando la víctima no contestaba al teléfono –decidió bloquear su número en el móvil–, el acusado llamaba a su hija.

La mujer denunció los hechos a mediados de noviembre de 2020, después de sufrir una situación que “desestabilizó su equilibrio cotidiano”, señala la Fiscalía. El juzgado de instrucción de Celanova dictó un auto para prohibir al encausado aproximarse al lugar en el que se encontrara la víctima, así como comunicarse con ella.