Un hombre de nacionalidad siria, con residencia en Ourense con estatus de refugiado, reconoció ayer la comisión de dos delitos de malos tratos sufridos por sus hijos menores de edad, a los que golpeó con el cinturón. El acusado, que se enfrentaba a 2 años de prisión, se conforma con una condena a 112 días de trabajos en beneficio de la comunidad, más 2 meses de alejamiento de los menores, que en cualquier caso están tutelados y en un centro desde que ocurrieron los hechos.
En junio del año 2019, cuando los niños tenían 12 y 13 años, el padre discutió con ellos a su regreso al domicilio familiar. El acusado cogió por el cuello a uno de los hijos, lo tiró contra la pared y, a continuación, le propinó varios golpes empleando el cinturón. Después, el progenitor se dirigió hacia el otro menor, al que también agredió. Acto seguido, lo golpeó con el cinturón.
Los dos niños sufrieron múltiples hematomas. Uno, en el hombro, el codo y la mano. El otro, en ambas mejillas y uno de sus muslos. Las dos víctimas tardaron 5 días en curarse de las heridas y no les ha quedado ninguna secuela física.
Según la Fiscalía, los menores se encuentran en un centro, después de ser tutelados por la Xunta, y su situación es de acogimiento residencial, con guardia y protección voluntaria desde diciembre de 2019.