Uno de cada cuatro infectados en esta nueva fase de la pandemia no están inmunizados

Ambiente en la calle del Paseo este sábado. |   // IÑAKI OSORIO

Ambiente en la calle del Paseo este sábado. | // IÑAKI OSORIO / S. DE LA FUENTE

OURENSE

Ourense encadena tres semanas de ascenso de las infecciones por COVID-19 y en los últimos días el ritmo de los contagios se ha acelerado. La evolución epidemiológica es causa de preocupación entre las autoridades sanitarias, aunque no de alarma, al menos todavía. Este nuevo rebrote del coronavirus no presenta el carácter explosivo que tuvo en otras ocasiones, y se define, por el momento, como un repunte más doméstico, caracterizado por focos familiares y sociofamiliares.

En todo caso, desde el área sanitaria, el gerente, Félix Rubial, hace un llamamiento a la población para que sea prudente y no deje de lado medidas de autoprotección que han demostrado ser eficaces hasta la fecha: higiene, mascarilla y distancia social.

Hay motivos para la preocupación, incide Rubial, porque el crecimiento ha sido continuado en las últimas tres semanas. Este sábado se contabilizaron 37 nuevos positivos y la curva de los casos activos subió a 271. Una cifra, matiza el gerente, “casi diez veces inferior a nuestro pico pandémico en olas anteriores”. En todo caso, destaca que 16 pacientes están ingresados, 13 en planta y tres en la unidad de críticos, por lo tanto, “es para estar preocupados”. De hecho, la presión en la UCI ha ido aumentando esta semana, que comenzó con un paciente ingresado y finaliza con tres.

La vacuna, un factor clave

El factor clave de esta nueva fase de la pandemia es la vacunación que ya alcanza a toda la población diana (mayores de 12 años). “El nivel de inmunización nos permite tener un plus de tranquilidad con respecto a otros momentos. Está demostrado que además de proteger colectivamente e individualmente, la vacuna genera menor impacto de la infección sobre la salud”, explica Rubial.

Una mujer acompaña a un mayor que va a recibir la tercera dosis de la vacuna, en el centro de salud de Maceda.

Una mujer acompaña a un mayor que va a recibir la tercera dosis de la vacuna, en el centro de salud de Maceda. / Iñaki Osorio

La mayor parte de los enfermos de coronavirus que actualmente están ingresados están vacunados, pero entre el colectivo de infectados un 25% no lo está. Esto supone que uno de cada cuatro contagiados no ha pasado por este proceso, sin que necesariamente ese porcentaje corresponda a la población infantil, sin vacunar. De hecho, precisa Rubial, entre los 271 casos activos en Ourense, solo el 10% son menores de 12 años.

“Vacunarse es una cuestión de responsabilidad social, porque contraer la enfermedad es un riesgo para la propia salud, pero también para las personas con las que convivimos"

Félix Rubial

— Gerente del área sanitaria de Ourense, Verín y O Barco

“Esto nos permite ver que no estar vacunado es un factor de riesgo para contraer la enfermedad e infectar a otras personas aunque estén vacunadas”, apunta. “Vacunarse no es solo una cuestión de responsabilidad individual, sino también social, porque contraer la enfermedad es un riesgo para la propia salud, pero también para las personas con las que convivimos, sobre todo para aquellas más vulnerables, que incluso estando vacunadas y con la pauta de las tres dosis, tienen una condición de salud tan vulnerable que son susceptibles de infectarse y de sufrir un deterioro de su salud”, alerta.

Félix Rubial, gerente del área sanitaria.

Félix Rubial, gerente del área sanitaria. / Iñaki Osorio

La próxima semana, dosis de refuerzo

En esta línea, la próxima semana volverá a activarse la vacunación en recintos masivos para administrar la tercera dosis al grupo de 70-79 años y a los que en su momento recibieron la monodosis Janssen, y que ahora recibirán un pinchazo de refuerzo. Desde el área sanitaria insisten en que siguen abiertos los puntos de vacunación y animan a aquellas personas que, por la circunstancia que sea, no han pasado por este proceso, a que lo hagan.

Respecto a la situación en Ourense, que nuevamente encabeza la escalada de los contagios al igual que ocurrió el pasado año, el gerente Félix Rubial, destaca que los meses de octubre y noviembre son “de mucha interacción social en la provincia, debido a los magostos y las matanzas”, y ve una asociación clara en lo ocurrido con Ourense ciudad y A Valenzá, que concentran el 60% de los casos activos actualmente, y que también el pasado año protagonizaron la explosión de contagios. “Hay una asociación temporal y epidemiológica con las celebraciones derivadas de Santos y Samaín; hemos visto imágenes publicadas que demuestran una interacción social muy alta y probablemente en muchos casos sin la protección adecuada”, señala.

En esta línea, Rubial hace una llamada a la prudencia que, señala, no debe plantearse con la perspectiva de las próximas citas festivas en diciembre y Navidad, sino con la del momento actual: “El virus sigue al acecho de todos”.

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