La 'vendetta' de Jácome: cesa a los asesores de la oposición por rechazar las nuevas asignaciones económicas

El voto en contra de PSdeG, BNG y No adscritos para tumbar las nuevas asignaciones públicas a los grupos que el regidor ourensano, Pérez Jácome, pretendía acordar en el Concello de Ourense, en relación a casos de transfuguismo, les ha salido caro. El alcalde ordenó ayer el cese de los cinco asesores de la oposición para hacerse él con esos cinco puestos. A uno de ellos ya lo cesó el pasado jueves cuando el PSOE anunció que iba a votar en contra de las nuevas asignaciones, que el regidor pretendía aprobar con carácter retroactivo y que le otorgaría más de 2.000 euros mensuales a su grupo municipal.

Pérez Jácome les comunicó la decisión a los portavoces municipales y ahora será él quien gestione los 27 cargos de personal eventual que están activos en la actual relación de puestos de trabajo del Consistorio municipal. Ante eso el regidor enmascara que “esto no es una medida de presión” para a continuación añadir que “había un pacto de caballeros en virtud del cual la oposición contaba con personal de apoyo, contratado por el alcalde. Un modelo que no comparto y que prefiero que los partidos tengan fondos y capacidad para elegir y gastar en lo que consideren. Por ejemplo, que puedan contratar si quieren, un personal eventual que es un fenómeno y pagarle 4.000 euros al mes en vez de contratar a dos por 2.000 euros. O que, si lo prefieren puedan contratar a 8 trabajadores a media jornada”.

El regidor arguye que “este modelo se rompió por un juego de cuchillos como el que hubo en los últimos meses” y hace alusión a las “trampas y engaños” de los grupos de la oposición “que dicen que van a votar unas cosas en el pleno y luego hacen otras”. Y finaliza diciendo que “en el momento que se rompe el pacto de caballeros, vamos a resetear esto”. En concreto el regidor planteó que el dinero que el Concello destina a la remuneración del personal le sea dado a los partidos y que sean estos lo que lo gasten en lo que vean oportuno”.

También avanza que “al quedar DO sin recursos económicos (los que se iban a aprobar y la oposición votó en contra) recurrirá a alguna plaza de personal eventual para que trabaje en su grupo municipal, ya que los restantes eventuales trabajan para el grupo de gobierno”.

“Guerra infantil”

Ciudadanos fue el único grupo que votó a favor de las nuevas asignaciones ya que les afectaba directamente. Pepe Araújo, portavoz de la formación naranja, dice que “somos víctimas de esta guerra infantil que emprendieron el PSdeG y el BNG. Hay que recordar que este era un pacto que existía desde el principio del mandato que existió siempre y que no había porque romperlo. Nosotros perdemos al personal eventual y también perdemos la asignación porque tenemos un caso de transfuguismo. Me parece increíble que estemos perdiendo en esta cuestión, cuando deberíamos gastar el tiempo en hablar de los temas importantes de la ciudad”. Ediles de la oposición señalan que “Jácome lo hace porque ahora con esos cinco asesores puede conseguir más recursos que se equiparan a lo que iba a percibir con las nuevas asignaciones”.

El BNG fue el primero que señaló que no iba a ser partícipe de la reunión a primera hora de la mañana. Los nacionalistas señalan que "el viernes pasado, en el pleno el alcalde mostró su peor versión. A los habituales insultos y descalificaciones personales, algo habitual por otra banda, sumó una vendetta y las amenazas veladas. Jácome acusó a los grupos municipales de romper con el pacto, pero fue él el que primero rompió el pacto, subiendo de 14 a 27 el número de personal eventual y convirtiendo el concello en una suerte de agencia de colocación, y tenemos que recordar que a lo largo de estos meses tienen pasado 40 personas, que no nos acuse a los demás”.

Y añaden que “el BNG es fiel al acuerdo desde el inicio del mandato, siendo la única organización que a lo largo de estos meses no fue al despacho de la Alcaldía, por la puerta de atrás, a hacer cambalaches. Nosotros no vamos a participar de este mercado persa en el que el alcalde pretende convertir el concello. Asistiremos cuando nos llame para hablar de las cosas del Concello que afecten al interés público, al interés general, como ya hicimos cuando se nos llamó para hablar por ejemplo, del PXOM”. Y finalizan diciendo que “se comporta como un niño pequeño al que le quitan un juguete” y le piden que se centre en su labor de alcalde para sacar a Ourense de la situación de caos en la que lo tiene sumido.

La guerra está servida en el Concello de Ourense.