Son 392 los apicultores registrados en Galicia con Indicación Geográfica Protegida y 37 las empresas que se dedican a envasar. La mayoría de ellos se ubican en las provincias de Ourense y Lugo, tal y como explica Beatriz Ríos, técnico del consejo regulador.
“En la cata que organizamos en Xantar, 15 personas pudieron comprobar cómo son las cuatro mieles de denominación de origen, con los toques salados, ácidos o amargos que les aporta la floración y climatología gallega”, destaca la experta. “La mayoría de la gente no sabe que una misma explotación se ve influenciada por el tiempo que hace a la hora de producir y que eso, a su vez, repercute en el color de la miel. Por eso, una misma marca puede ser clara u oscura, dependiendo del año”, advierte Ríos.