Desde Cáritas Diocesana de Ourense se observa desde hace años la necesidad de atender a personas que están sin hogar ofreciéndoles una residencia con acompañamiento especializado, una atención que consideran “fundamental para que pueden superar la situación en la que se encuentran o se encontraron”. Por ello ,en el año 2019, crearon el programa AZO (Fuerza de voluntad por hacer algo) que pretende, por un lado, acompañar a las personas sin hogar y, por otro, prevenir que acaben sin un techo porque, apuntan, “vivir sin hogar es mucho más que eso”. 

“Un techo que nos proteja es una necesidad que no todos tenemos cubierta, pero también necesitamos un sistema de protección social pleno, adecuado y adaptado a las personas. Además, no podemos olvidar el gran impacto de la pandemia en la vida de las personas ya más vulnerables y excluidas, los factores de exclusión social y residencial se han multiplicado y ahora mismo cualquiera puede verse en esa situación”, señalan desde Cáritas. 

La ONG de la iglesia trabaja para que todas las personas tengan un techo, pero también para que tengan un hogar. Lo hacen a través de intervenciones y acciones que tienen como objetivo aliviar situaciones de exclusión o de pobreza extrema, y reducir el riesgo y la vulnerabilidad. AZO es una de esas acciones. El programa, solo en este año 2021, ha acompañado a más de 60 personas sin hogar. Pero no es el único. En 2017 se creó el Centro de Transición a la Vida Autónoma y con él se dio un paso más. Cuenta con 10 plazas para personas solas que reciben un acompañamiento técnico 24 horas los 365 días al año, un programa por el que antes de la pandemia, y desde su creación, habían pasado 43 personas. Este año lo han hecho 22.

Con todos estos datos, Cáritas lanza la campaña ‘Nadie Sin Hogar 2021: Y tú ¿qué dices? Di basta. Nadie sin hogar’. Es una propuesta de sensibilización y denuncia en un contexto social frágil y deteriorado a raíz de la crisis sanitaria.

“Este año ponemos el foco en la demanda de un sistema de protección social para todas las personas, mostrando la evidencia de su debilidad para atender a las que viven en situación de ‘sinhogarismo’. En Ourense es una realidad latente. Como comunidad y sociedad, estamos llamados a reclamar y denunciar la falta de protección del derecho a la salud, al trabajo o a una vivienda digna pero también a implicarnos en la mejora de esa situación”. Por ello piden donativos a la cuenta de Cáritas Diocesana de Ourense: ES90 0075 8909 1706 0089 0335.