Un verano largo y beneficioso para el turismo. En plena recuperación tras las fases más duras de la pandemia y aun marcado por las restricciones, el período estival ha dejado cifras preCOVID en la provincia de Ourense. Incluso un récord de visitantes en el mes de agosto, que recibió más viajeros que en 2019 cuando no había rastro alguno del coronavirus.
El informe de la ocupación hotelera realizado por el Instituto Nacional de Estadística para el mes de septiembre, difundido ayer, mantiene para ese período la misma tendencia favorable de los meses anteriores y pone números a la imagen de calles llenas, terrazas ocupadas y rincones emblemáticos con importante afluencia de turistas. La provincia atrajo ese mes a 31.906 visitantes, cuatro mil menos que en 2019 pero 11.000 más que en el año 2020.
Entre junio y septiembre, un total de 129.344 turistas eligieron la provincia de Ourense para sus vacaciones o escapadas de fin de semana. En conjunto, la cifra se acerca a los 146.396 viajeros que visitaron este territorio hace dos años, antes del COVID, pero se aleja mucho de los 76.649 que pasaron parte de sus vacaciones en Ourense en 2020. Respecto a este año, el turismo creció un 40%.
El segundo mejor mes
Septiembre, con 31.906 viajeros y 61.008 pernoctaciones, fue el segundo mejor mes del verano, por delante de julio, con 30.857 visitantes. Con todo, Ourense sigue siendo un lugar de visitas cortas. La estancia media no llega a los dos días, 1,91 este último mes, la más baja de Galicia.
Por otro lado, el turismo que recibe la provincia es fundamentalmente nacional, con solo 11.187 viajeros extranjeros entre los 130.000 que optaron por visitar Ourense este verano.
El 47% de los viajeros que pernoctaron en alguno de los establecimientos hoteleros de la provincia procedía de Galicia, el 10,7% eran madrileños y el 7,15% andaluces. De Castilla y León procedía el 6,2%, de Cataluña el 5,6%, de la Comunidad Valenciana el 4,3% y del País Vasco el 3,8%.
