Fue un vecino el que consiguió echar la puerta abajo y sacar del interior de su vivienda al hombre que falleció la medianoche del domingo tras producirse un incendio –se cree que a consecuencia de una estufa– en la calle do Carballo, alrededor de las 00.20 horas. “Los bomberos y la ambulancia tardaron mucho en llegar”, cuenta una vecina consciente del difícil acceso de la zona –en Rabo de Galo– con calles estrechas y empinadas.

El fallecido tenía más de 80 años y pese a que fue rescatado de las llamas y el humo, los servicios de emergencias y sanitarios que acudieron al lugar no pudieron hacer nada por salvarle la vida. Tampoco los vecinos que en un primer momento sofocaron las llamas con sus propias mangueras y le realizaron maniobras de reanimación.

“Vivía solo, pero porque quería. Su hija venía a verlo varias veces al día y se preocupaba mucho por él. De hecho, llegó muy rápido cuando los vecinos la llamaron anoche por el suceso. Pero él decía que no se iba a marchar de su casa. Tenía más de 80 años y a estas edades la memoria no funciona como cuando uno es joven”, advierte la mujer que reside en el domicilio contiguo al de la víctima.

En el inmueble se encontraron varias bombonas y una estufa catalítica –según informan fuentes oficiales– que se considera como punto de inicio del incendio.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron también agentes de la Policía Local y de la Policía Nacional, que se encarga de la investigación de lo ocurrido.

El incendio se dio por extinguido pasadas las tres y media de la madrugada y las viviendas colindantes no resultaron afectadas.