El recinto ferial de Expourense, que durante la pandemia funcionó como centro para la realización de cribados y vacunódromo, ha entrado de lleno en la normalidad. Desde que recuperó su posición como plataforma de eventos expositivos y divulgativos, han pasado por las instalaciones más de 14.000 personas. La última cita, centrada en las antigüedades, congregó este fin de semana a unos 2.500 visitantes. Desde la organización, señalaban ayer con satisfacción que “la tan ansiada vuelta a la normalidad se puede ya casi tocar con los dedos”.
Durante los meses más duros de la pandemia, la fundación mantuvo la actividad en formato virtual e híbrido, pero desde que la situación empezó a mejorar ha recuperado las ferias presenciales. El salón del automóvil tuvo 7.000 visitas, Vinis Terrae 770, el Car Outlet 3.300 y Termatalia, que se celebró en septiembre en formato mixto, registró 150 visitantes presenciales.
La próxima cita es con Xantar, uno de los referentes de Expourense que reúne a los profesionales del turismo y la gastronomía. Este año alcanza su 22 edición con novedades en el calendario, ya que se adelanta al mes de noviembre, del 3 al 7. “Será sin duda la gran cita del año en el recinto”, señalan desde la organización.
Con este nuevo ritmo de normalidad, cerró ayer sus puertas la quinta edición de la Feria Internacional de Antigüedades, Antiq Auria, tras tres días en los que 35 expositores de España, Portugal y Suiza ofrecían miles de antigüedades y objetos de coleccionismo y vintage. Tras dos años sin celebrarse (la última edición fue en noviembre de 2019), la cita recupera cifras de visitas prepandemia, superando las expectativas de los organizadores, la Asociación Memoria Antigua, y también de los propios expositores, que se animaron a organizar la feria “sin saber muy bien cómo iba a reaccionar el público, ya que es la primera edición que hacemos tras la pandemia”, comentaron.
Además de Antiq Auria, las instalaciones de Expourense acogieron este fin de semana otros eventos como la exposición interactiva de dinosaurios “Discovering Dinosaurs” que registró también un alto índice de visitas, alcanzado las 3.000. Ambas actividades proponían un viaje al pasado para toda la familia y han sido muchas las familias que han participado en ambas exposiciones. Todo ello ha supuesto un paso más en la vuelta a normalidad.
En lo referente a Antiq Auria, llamó la atención la gran cantidad de gente joven que visitó el salón en busca e alguna pieza vintage para decorar su casa y combinarla con una decoración más moderna. También supuso una buena oportunidad para los expositores que vendían obras de arte como los cuadros de Díaz Pardo, Quessada o Lugrís.
En el marco de esta feria, ayer se celebró la gran subasta en la que los visitantes (y también los propios expositores) pudieron pujar por una treintena de objetos con un precio de salida de 5 euros. Una lámpara de bronce de los años 70 fue el objeto que alcanzó el mayor precio de la puja, 150 euros.
