Semanas después de declarar que estaría “gustoso de desviar el turismo de caravanas a otra ciudad”, el alcalde de la ciudad, Gonzalo Pérez Jácome, recibió ayer a la directiva de la Asociación Gallega de Autocaravanistas (AGA). La idea, explica el Concello en un comunicado, era “acercar posturas tras la polémica suscitada”.

El encuentro fue “cordial”, y hubo puntos de encuentro, especialmente ante la inminente construcción de un área privada en Reza, que se podría completar, en función de la demanda, con otra área para caravanas, en este caso, de carácter público. Jácome opina que con esta nueva zona privada “ganamos todos: por un lado, ellos tienen sitio para estacionar mientras visitan Ourense, y por otro, no ocupan zonas turísticas en el centro de los paseos fluviales”.

Manuel Fernández, presidente de AGA, manifestó su descontento con las malas prácticas “de una minoría de caravanistas”, y señaló que este tipo de turismo “crece y acerca riqueza a la ciudad”. Además, el regidor valoró la posibilidad de realizar una gran fiesta para el próximo Entroido en la que se contaría con la presencia de 200 autocaravanistas de toda Galicia.

El alcalde también se reunió ayer con representantes de la agrupación vecinal Miño, a los que explicó el funcionamiento del futuro servicioo de autobuses en la periferia de Ourense.