Con una caída de población continua, el aumento de los índices de envejecimiento y una dispersión que dificulta la prevención de la delincuencia, el teniente coronel de la Guardia Civil de Ourense envía un mensaje de confianza a los habitantes del rural, el ámbito en el que el instituto armado tiene las competencias de seguridad ciudadana. “La provincia de Ourense sufre, como otras muchas de la geografía española, una preocupante despoblación, pero el rural ourensano debe estar tranquilo, porque los casi 900 guardias civiles de esta Comandancia siempre atenderemos sus demandas de seguridad”, asegura Rafael López Pinel.

Este jienense, cuyo destino anterior fue Teruel y con experiencia en su carrera por diversos puntos de España, tomó posesión como jefe provincial de la Guardia Civil poco antes de la declaración del estado de alarma.

En 2020 no pudo celebrarse el acto de la patrona de la Guardia Civil y este martes, aun en formato reducido y en un escenario menos habitual –el Teatro Principal, debido a las obras de la Comandancia– sí fue posible, de nuevo, entregar cruces al mérito.

Una de las mujeres de la Guardia Civil de Ourense. // I. OSORIO

Un total de 23 guardias y agentes de otros cuerpos pero vinculados a la actividad contra el crimen recibieron su distinción, incluidos tres investigadores que esclarecieron la llamada Operación Justel, contra el narcotráfico, y otros dos que participaron en la resolución de la Treilán, que desarticuló un grupo que asaltaba a compradores de coches de lujo en falsas citas de compraventa.