Durante la administración del presidente Obama, Juan Verde fue el encargado de ocupar el puesto de subsecretario adjunto para Europa y Eurasia en el Departamento de Comercio del Gobierno de los Estados Unidos. Pero antes ya había trabajado para Bill Clinton –durante su segundo mandato– como asesor de Comercio Internacional.

En esta misma línea, cooperó en la campaña presidencial de Joe Biden y Kamala Harris como asesor y colaboró en numerosas campañas de recaudación de fondos. Ayer por la tarde, sacó un hueco para profundizar con los profesores del colegio Maristas sobre la importancia de un desarrollo sostenible para construir un mundo mejor.

Prepararse para el cambio

“Vamos camino de un mundo totalmente distinto al que conocíamos. Y eso tiene que ver con el hecho de que las grandes economías ya han tomado la decisión irreversible de llevar a cabo una transición energética. Lo que conlleva también una serie de implicaciones en la competitividad y la economía de los próximos años. Y no se puede entender competitividad sin educación y una fuerza laboral preparada. Las nuevas generaciones creo que lo tienen mucho más claro que nosotros”, cuenta el profesional que, además, también es un padre al que sus hijos le recuerdan que debe apagar la luz cuando se le olvida.

Como defensor de las causas ambientales, la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático, Juan Verde colaboró con el exvicepresidente Al Gore para establecer y liderar filiales de su fundación –’Climate Reality Project’– en España y Argentina. Entre otros reconocimientos, fue seleccionado durante dos años consecutivos como uno de los 100 líderes hispanos más influyentes en la lucha contra el cambio climático.

“Quiero explicarles a los profesores la oportunidad que supone preparar a los alumnos en estas materias. Más si cabe si atendemos al plan de recuperación económica europeo para superar los estragos de la pandemia, cuyo 56 % de los fondos tienen dos denominadores comunes: la sostenibilidad y la digitalización. Y ambos están, a su vez, estrechamente relacionados entre sí”, señala el también exconsultor de diversas empresas como Google, American Express o Banco Santander.

En el centro en el que impartió la ponencia, cada clase cuenta con un delegado ecológico que debe concienciar a los demás y recoger todas las sugestiones de mejora en lo que a medio ambiente se refiere. “Eso es un muy buen punto de partida para conseguir que todos los días tengan un impacto positivo”, añade el asesor que orientó a los que se encargan de formar a las nuevas generaciones.

“Por suerte ya existe un gran cambio generacional”

Consciente de los reclamos de las nuevas generaciones que han dado la vuelta al mundo en lo que a medio ambiente se refiere, Verde afirma: “A los jóvenes no hay que convencerlos de nada. Lo tienen muy claro, por suerte. Lo último que leí es que el 68 % de los millennial, a la hora de tomar una decisión sobre en qué empresa trabajar, considera como uno de los factores más importantes el hecho de que esa empresa sea, o no, sostenible”.

“La competitividad reside en el talento humano”

El analista y consultor destaca que en la actualidad la gente se marcha de aquellos lugares en los que no logran retener su talento. “El dinero se consigue en un banco y la tecnología se puede comprar. Lo que realmente aporta ventaja competitiva a las empresas es el factor humano bien formado. Teniendo en cuenta que tiene todo el sentido ético y moral llevar a cabo esa transición ecológica, y añadiéndole este factor de mayor rentabilidad, no hay más opciones que la de cambiar rápido y de forma eficiente”, sentencia el profesional.