Era un secreto a voces –hasta ahora no constatado en un documento de la profundidad del presentado ayer en el OUFF– que las actrices trabajan en una proporción inversamente proporcional a su edad y experiencia en Galicia.

La Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA) expuso ayer el estudio que llevó a cabo sobre el papel de las féminas en el audiovisual gallego revelando datos interesantes, como que las actrices consiguen menos papeles protagonistas a medida que cumplen años, al contrario de lo que sucede con los hombres. También son ellos los que más secundarios encarnan en la pequeña y gran pantalla. Y la contratación cae en picado a partir de los 40 para ellas mientras que para el género masculino aumentan considerablemente.

“Las narrativas audiovisuales construyen el imaginario colectivo porque cuando nos sentamos a ver una película o una serie dejamos toda nuestra mirada crítica a descansar en el sofá y nos identificamos con lo que pasa en ese relato. Es una mirada dirigida. Si el 90% de los personajes protagonistas o secundarios son de sexo masculino, estamos diciendo que son solo los hombres los que hacen cosas relevantes para la sociedad”, explicó Amada Traba sobre la importancia del documento elaborado.

Durante tres meses, un equipo multidisciplinar –formado por sociólogas, expertas del audiovisual, directoras y profesoras– estudió varios largometrajes, series y web series de producción autóctona estrenadas en 2020 para analizar la presencia y el rol de las mujeres. De cada uno de los 19 proyectos audiovisuales escogidos se analizaron 10 minutos del comienzo, otros diez del nudo argumental y 10 del final.

Como conclusiones, las encargadas del estudio afirmaron que el relato simbólico crea imaginarios colectivos que legitiman la superioridad masculina o el binarismo de género. También se revisaron los vínculos entre los papeles femeninos dentro de las series y películas.

El proyecto nace de un convenio de colaboración entre CIMA, la Diputación de Ourense y la Fundación Carlos Velo y ha contado también con el patrocinio de la Axencia Galega das Industrias Culturais (AGADIC).

“A partir de los 60 años solo aparece una protagonista femenina en el total de los ocho filmes analizados de los realizados en Galicia. En cambio nuestros compañeros hombres tienen su pico máximo de trabajo entre los 50 y los 60”, remató Mariana Carballal.