A las 6.00 horas del sábado, en la calle Remedios de Ourense, la Policía Local detuvo a un hombre de 40 años tras recibir un aviso telefónico de que se estaba produciendo un robo en una peluquería.

Los agentes se desplazaron hasta el lugar y observaron que el cristal de la puerta de acceso estaba roto. Al acceder al interior, en el suelo, encontraron una caja registradora y varios cajones revueltos, así como al sospechoso escondido tras un mostrador.

La policía se incautó de un teléfono móvil y 35 euros que llevaba el detenido en los bolsillos y que podrían ser del propietario del local.

También en otra peluquería, de la calle Padre Feijóo, se denunció un hurto a plena luz del día. Al parecer, un hombre entró en el establecimiento para vender pulseras y colgantes a las empleadas. Estas dijeron que no querían comprarle nada y cuando se dieron la vuelta, para seguir trabajando, el sospechoso –llevaba mascarilla y aún no ha sido reconocido– se llevó “sigilosamente” la recaudación de la caja registradora.