Sucedió cuando los progenitores del joven no estaban en casa. Un menor, de 13 años, intentó matar a una joven, de 14 años de edad, en su casa el pasado miércoles alrededor de las 20.00 horas de la tarde, en O Carballiño. A esa hora, el vecindario no sabía todavía que había pasado, pero una vecina señala que “llegó la Guardia Civil, la protección civil, la Policía y el helicóptero, todo fue muy rápido y se llevaron a la niña que todavía respiraba”.
En el interior de la casa se encontraban los dos menores, que según fuentes señalan que eran amigos, y ahí fue cuando se inició todo. El menor cogió una pata de cabra que estaba en la vivienda y golpeó a la menor en la cabeza, que tras el impacto quedó noqueada. Segundos después, la joven cayó por el balcón de la vivienda, situada en la villa carballiñesa. Una situación que está siendo investigada por las autoridades policiales para saber si la joven se cayó o si por el contrario el menor de edad la empujó por el balcón.
Con la joven en la acera, fue el propio menor el que alertó a la central de emergencia del 112 Galicia explicando lo sucedido y alegando que “acabo de matar a mi amiga”. Desde los servicios de emergencias rápidamente dieron aviso a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, así como los servicios sanitarios que se encontraban por la zona para llegar lo más rápido posible.
En ese momento, el helicóptero medicalizado estaba en el Colegio de Salesianos de la capital ourensana por un accidente de coche con un hipotético fallo cardíaco. Cuando se dio la señal, el helicóptero salió para la zona de O Carballiño y rápidamente fue trasladada la víctima al hospital ourensano con pronóstico reservado.
En el CHUO, los sanitarios y profesionales actuaron de urgencia llevándola a quirófano para operarla de inmediato. La joven de 14 años sufrió un fuerte golpe en la cabeza y perdió masa craneal, por lo que la operación fue delicada. Al cierre de este periódico, la joven se encontraba sedada e intubada en la unidad de críticos del hospital ourensano con pronóstico de muy grave.
Mientras se sucedían las actuaciones sanitarias, el joven permaneció dentro de la vivienda con las autoridades policiales y fue trasladado a la unidad de agudos del CHUO, donde pudo saber FARO, se le realizó un examen psiquiátrico para conocer su estado. En dicho reconocimiento, el menor señaló que “quería saber lo que se sentía al matar a una persona”.
La Fiscalía de Menores de Ourense inició un expediente para radiografiar la situación familiar y personal del joven agresor, para ver si procede alguna actuación. Fuentes judiciales señalan que el menor de 13 años es inimputable (no se le puede imputar delito) por lo que se desconoce que puede pasar con él. Las posibles opciones pasan por un centro de protección, un centro de menores o que la Administración le quite la patria potestad a los padres. En el caso de que la chica falleciese, al menor tampoco se la podría imputar por un delito de homicidio. De ahí que la Fiscalía de Menores de Ourense guarde silencio para la protección de los menores y remita la información a la Fiscalía de Menores de Galicia.