Traslada, cierra, todo son verbos con connotaciones negativas. La última decisión del regidor ourensano, Pérez Jácome, ha sido la suprimir el servicio de la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) al entender que “no es necesario dado que existe un servicio de similares características que presta la Xunta de Galicia”. En un comunicado, el regidor señalaba que “el servicio de la Xunta atiende las suficientes necesidades de la ciudadanía en materia de consumo”. Además en dicho comunicado el regidor señalaba que “el Concello liberará recursos que destinará a reforzar otros servicios municipales más prioritarios”.
Desde el BNG no se hicieron esperar las reacciones y piden explicaciones a la edil de Asuntos Sociales, Eugenia Díaz (PP), ya que “a concelleira responsable da oficina, gabábase e presumía dos bos datos e do traballo desenvolto por dita oficina”.
Los nacionalistas, a través de la edil municipal Ruth Reza, piden que “a concelleira explique por qué agora pechan unha oficina que aínda acumulaba un incremento constante de reclamacións e consultas por parte da veciñanza”. Y terminan diciendo que “é insoportable a teima do actual goberno por desmanterlar servizos que funcionan e que ofrecen servizos moi necesarios á cidadanía, máxima en tempos nos que están a alza as estafas de sectores como o enerxético, o telefónico ou o bancario”.
