El Concello de Larouco celebra estos días a su patrona Santa María de los Remedios sin orquestas aunque con pasacalles, tras un verano de afluencia de familias enteras y muchas casas abiertas, “porque la gente está volviendo”, apunta la alcaldesa, Patricia Lamela, que además celebra la apertura de dos restaurantes muy necesarios al ser este uno de los municipios de entrada a la Ribeira Sacra por lo que registra mucho movimiento de gente de paso. Y a mayores, tras el verano se iniciará otra cata en el castro de O Castrillón, en el que ya se pueden ver viviendas al descubierto.
Larouco, que rondará los 500 habitantes, además de registrar este año una mayor afluencia de personas con raíces en el municipio que retornan a pasar sus vacaciones, también está viendo pasar más turistas al ser una de las entradas a la Ribeira Sacra. Este verano está siendo muy positivo y de hecho en junio tuvo lugar la apertura de un nuevo restaurante en Seadur, en una cueva para lo cual se obtuvieron todos los permisos de Patrimonio, así como la reapertura de otro que llevaba un año cerrado. Ambos tuvieron mucha afluencia estos meses y “eso nos hacía falta”, apunta Lamela. El primero, “ A Cova da Xabreira”, que era una cueva y ahora convertida en restaurante, es un atractivo a mayores, y al que se sumará unos senderos que engloban todo el concello y según la alcaldesa “se van a señalizar todos los lugares de interés”.
Entre estos lugares destacables está el castro de O Castrillón que contará con otra actuación de Patrimonio, gracias a una inversión de 30.000 euros para hacerlo más accesible y seguir con las catas, desenterrando las viviendas. Apunta Lamela que se obtuvo una datación de carbono de 2.060 años, pero “eso no significa que no tenga más antigüedad”. En octubre de 2020 fue la primera cata y este año está proyectada otra. Hay restos a la vista y paneles informativos, y los visitantes pueden verlos.
La regidora se muestra muy contenta por el repunte que está teniendo en este verano el municipio, en el que señala ha vuelto a ver a gente que llevaba tiempo sin acudir, y con dos establecimientos de restauración tras llevar un año sin ninguno ya que el único que existía había cerrado debido a la pandemia y al ser Larouco una zona de paso a la Ribeira Sacra era un servicio muy necesario para atender a la gente de paso que de esta forma puede parar a comer y visitar el municipio.