Todo parecía hilvanado para que la Xunta tuviera luz verde para ejecutar el geriátrico de O Pino, después de la junta de portavoces donde se aprobaba llevar a pleno la modificación del uso de la parcela de la antigua estación de autobuses. Todo fue un espejismo.

Ayer el pleno retiró el único punto resolutivo de la orden del día para un “mejor” estudio que incentivaron los representantes socialistas y los nacionalistas después de un debate político donde no había consenso municipal. Sonia Ogando, edil de Urbanismo, “traemos este asunto para el cambio de uso, un cambio que supone el primer paso para que la Consellería de Política Social para la ejecución de una residencia para personas mayores, que contará con una zona verde y otra deportiva. La obra está financiada por la Fundación Amancio Ortega tiene una inversión aproximada de 12 millones de euros, que repercutirá en 100 empleos públicos y 120 plazas para mayores”. El regidor ourensano siguió en la misma línea diciendo que “es de agradecer que vengan millones de euros fuera de Ourense y que es algo de interés para la sociedad”.

Sin embargo, PSdeG y BNG solicitaron la retirada del punto del día que salió adelante con sus votos y tres de los no adscritos al entender que hay “puertas abiertas” de usos de parcelas y que “los compromisos adquiridos con los vecinos no están proyectados”. Una misma línea que también arguyen los vecinos de Santa Ana de O Pino y de la Asociación As Termas que piden “conocer el estado del proyecto” y añaden que “queremos ver que en el proyecto se incluyen las peticiones realizadas por nosotros con la finalidad de aprovechar esta oportunidad histórica de ganar espacio público para las vecinas y los vecinos humanizando un entorno muy densamente rodeado de carreteras nacionales”. Para el grupo de gobierno supuso un revés porque el cambio de uso de la parcela fue aprobado en la junta de portavoces y era el primer paso para que la Xunta empezara con el proyecto. La oposición alegó que “los propietarios si quisieran podrían pedir la reversión de los terrenos o posibles indemnizaciones de hasta tres millones de euros” y enfatizaron la petición de los vecinos de hacer un “gran parque público”.

El regidor ourensano replicó que “en todo caso, será la Xunta la que tenga que pagar las indemnizaciones y si lo tuviera que pagar el Concello, tres millones para la inversión que es no sería nada”. El geriátrico de Amancio Ortega en O Pino quedó paralizado a expensas de que se vuelve a llevar a pleno. Ahora el consenso, es más esencial que nunca con un gobierno en minoría”.