Una distancia de 27,55 kilómetros y 4 horas y 55 minutos para llegar a pie desde Ourense al santuario de Los Milagros, en Baños de Molgas. Empieza el tiempo de novena, previa al día grande de esta celebración religiosa –el 8 de septiembre–, con la participación de feligreses en los actos litúrgicos, a los que se suman los grupos, creyentes y practicantes, o no, que caminan largas distancias para mantener una tradición que se remonta varias décadas –muchos de los trayectos, de noche– en este templo donde tiene lugar una de las manifestaciones religiosas más multitudinarias de la provincia de Ourense, sobre todo antes de la pandemia. En tiempos de COVID, y en especial en este verano, con un alto porcentaje de población vacunada, la precaución no se olvida pero se prevé una afluencia mayor.
En el santuario ubicado en el Monte Medo, cuya construcción actual data del siglo XVIII, y es monumento nacional desde 1982, comenzaron ayer con las misas, en horario de mañana y tarde, desde las 7.30 a las 20.30 horas. El miércoles 8 de septiembre, a las 12, se oficiará en la explanada exterior una eucaristía solemne, el acto central en el día de esta advocación mariana.
El rector del santuario, Francisco Javier López, es de Sevilla y, por lo tanto, conoce el grado de fervor religioso por la Virgen que late en su tierra. “Andalucía es una comunidad mariana por excelencia, con mucha vocación y parroquias con hermandades. Pero la gente de por aquí tiene mucho devoción a la Virgen de los Milagros durante todo el año. Los fieles no fallan en los días clave”, asegura el religioso, que tomó posesión en septiembre del año pasado.
La iglesia tiene un aforo máximo permitido del 75%, lo que permitirá una afluencia de hasta 200 personas sentadas, con mascarilla obligatoria y distancia entre personas en los bancos. La intención especial de la novena es rezar por el fin de la pandemia. El predicador de este periodo, que va del 30 de agosto al 8 de septiembre, es el presbítero José Manuel Salgado, delegado episcopal del Seminario.
Antes de la pandemia, acudían a la romería personas de toda Galicia, el norte de Portugal y el noroeste peninsular, abarrotando el santuario y la explanada, donde los altavoces permiten seguir las misas y rezos. En esta situación, la afluencia no será como entonces, pero tampoco inexistente.
Ya hay puestos de venta ambulante en el recinto y, en las últimas semanas, algunos peregrinos hicieron de avanzadilla antes incluso de la novena, dice el rector. Antes del día grande en honor a la Virgen, otra jornada esperada por los feligreses es la noche del 7 de septiembre, con el conocido como Rosario de las Antorchas.
