Con cuarenta mil habitantes menos en los últimos veinte años, la edad media más elevada de España –junto a Zamora– y con la tasa de actividad más reducida de todo el país, los datos macroeconómicos sitúan a Ourense en el vagón de cola de las provincias gallegas en parámetros como el número total de empresas, los ingresos de explotación de las mercantiles y el valor añadido generado, es decir, la riqueza.
Son datos, correspondientes al ejercicio de 2019 –y que no reflejan, por lo tanto, el impacto de la pandemia y de la crisis socioeconómica derivada de las restricciones–, que dan forma al último Informe Ardán, del Consorcio Zona Franca de Vigo, una publicación que mide el estado de la economía y de la competitividad en la comunidad.
En el conjunto de Galicia había 30.583 empresas hace dos años, de las que la mayoría estaban asentadas en el Eje Atlántico: 11.925 en A Coruña y 11.777 en Pontevedra, con un nivel de los ingresos de explotación de 63.156 y 30.892 millones de euros, respectivamente, y un valor añadido de 22.592 y 6.147 millones.
Ourense, con una población similar a Lugo, se sitúa por detrás en estos epígrafes. En esta provincia hay 3.041 empresas –menos del 10% del total de la comunidad–, que suman 4.840 millones de euros de ingresos de explotación y 1.022 millones en cuanto al valor añadido bruto. En estos dos últimos parámetros, Ourense representa el 4,64 y 3,29% del conjunto de la comunidad, frente al 5,15 y 4,14% de Lugo (3.840 empresas, 5.373 millones de ingresos y 1.287 millones de valor añadido generado).
En Galicia las empresas de menor tamaño, aquellas que tienen unos ingresos de explotación inferiores a los 10 millones de euros, son las más numerosas, con un peso sobre el total en 2019 del 96,91%. En el caso de la provincia de Ourense, el porcentaje es incluso mayor: cerca de 3.000 mercantiles, casi el 98% del total, están dentro de esta categoría, situándose solo por detrás de Lugo, donde el peso de este tipo de mercantiles en el tejido productivo supera el 98%.
En este grupo, que tiene en cuenta el volumen de facturación, el 88% de las sociedades existentes en 2019 en la provincia –más de 2.600– eran consideradas microempresas, con volumen individual de negocio inferior a los 2 millones de euros. Es un porcentaje superior al del conjunto de Galicia pero de nuevo inferior al de la provincia de Lugo, en el que casi el 89% de sus firmas son así.
El peso en Ourense de la mediana empresa –los ingresos de explotación de estas se sitúan entre los 10 y 50 millones de euros– supone menos del 2%, con solo 60 mercantiles en esta categoría en 2019. Es un porcentaje inferior al del total de la comunidad –2,43%– y ligeramente superior al de Lugo.
La correspondencia es similar dentro de la categoría de las grandes empresas, aquellas que generan una facturación superior a los 50 millones de euros. En Ourense solo había una decena de mercantiles con este potencial en 2019, el 0,33% del total. El porcentaje en el conjunto de Galicia asciende al doble, el 0,66%, con 201 grandes empresas en 2019. La mitad, en A Coruña.
Ourense, la quinta comarca
El informe Ardán muestra la evolución de los ingresos de explotación y el valor añadido bruto, en base a las medianas, en cada una de las provincias de Galicia en el periodo 2018-2019. Ourense y Lugo presentan unas tasas de crecimiento tanto en el valor generado como en los ingresos que se encuentran por debajo de la media autonómica. Ourense registró la tasa de crecimiento más baja de la comunidad en el parámetro del valor añadido bruto, un 3,37%.
Atendiendo a la riqueza generada, la clasificación de las comarcas gallegas deja a la de Ourense –ciudad y área metropolitana– en el quinto lugar, después de A Coruña, Vigo, Santiago y Pontevedra, por delante de las de Lugo y Ferrol. La comarca ourensana, con 1.719 empresas en 2019, generó 3.362 millones de euros de ingresos y 658 de valor añadido. La construcción de edificios lidera el ranking sectorial comarcal de Ourense, también en cuanto al empleo generado.
El peso de la pizarra: 20 empresas de Ourense suponen el 97% gallego
El potencial que supone el sector de la pizarra para la provincia de Ourense, gracias a la actividad generada en la comarca de Valdeorras, se observa en el apabullante dato de que las 20 empresas que componen el sector de la extracción de pizarra en Ourense tienen un peso del 96,72% sobre el total del sector en Galicia.
De esta veintena de mercantiles, las tres mayores representan el 43,21% en cuanto al peso sobre la riqueza generada por el sector en el conjunto de la comunidad autónoma.
El informe Ardán del Consorcio Zona Franca de Vigo señala que otros ámbitos de la provincia de Ourense que destacan por su peso sobre el total del valor añadido generado por el sector en el conjunto de Galicia son la forja, la estampación y la embutición de metales, con un 80%, industrias extractivas de materias como el yeso, creta, turba o sal, con un 37,65%, así como la fabricación de envases y embalajes de plástico, con un 36,05%.
La construcción genera más del 7% de la riqueza empresarial
En 2019, en un contexto previo a la crisis de la pandemia, pero con problemas propios en el tejido ourensano como el bloqueo urbanístico y el freno económico que supone la falta –que todavía persiste– de PXOM, el sector de la construcción destacaba por su importancia en el peso sobre el total del valor añadido generado en la provincia, con un 7,45%. Supone el 11,58% sobre el total del valor añadido de este sector en el conjunto de Galicia.
La forja, estampación y embutición de metales constituye el 5,43%, pero representa el 80% sobre el total del sector en la comunidad. El resto de los sectores relevantes tienen un peso inferior al 5% sobre el total de la riqueza provincial generada hace dos años, aunque varios de ellos suponen un peso relevante en relación al total del sector en el conjunto de Galicia: por ejemplo, la construcción pesada (puentes, túneles, refinerías, etcétera) constituye el 30,8%; la de carreteras y autopistas, cerca de el 28%; o la elaboración de vinos –en una provincia con cuatro denominaciones de origen–, el 33,1%.
