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La aldea de los 3 millones que sigue en el olvido en el corazón del Xurés

Salgueiro (Muíños), propiedad de la Xunta, fue concebida como primera aldea medioambiental de Galicia pero está sin uso desde la recuperación | Dos peones se ocupan del mantenimiento

Edificaciones rehabilitadas, otras en ruinas y el entorno natural de la aldea de O Salgueiro, de cuyo mantenimiento se ocupan dos operarios de la Xunta. // FOTOS: BRAIS LORENZO

Cuando un vecino fallecía en O Salgueiro (Muíños), su cuerpo era trasladado a cuestas hasta el cementerio de Prado, a 9 kilómetros. Aquella realidad en una aldea de montaña del Xurés, a más de 1.000 metros de altitud, rodeada de cumbres como Fontefría o Gralleiras, una tierra de carboneros que, tras la mella que hizo la emigración, fue abandonada por los últimos habitantes a mediados del siglo XX –entre otras dificultades del día a día, por la falta de luz– dejó una pátina en la memoria: da nombre a una ruta de senderismo, O Camiño dos Mortos.

Con el bipartito, la Xunta acometió la recuperación integral de este núcleo –propiedad de la administración autonómica, tras la adquisición a un grupo de 14 propietarios–, mediante una inversión de 3 millones de euros, gracias a fondos europeos. Una placa con los símbolos de la Xunta y la UE cuelga en una de las casas.

La placa de la Xunta, en una de las casas rehabilitadas. // BRAIS LORENZO

Los años pasan y el tiempo y los gobiernos de distinto color político han postergado el proyecto, anunciado en agosto de 2007, que pretendía convertir O Salgueiro, en un enclave natural privilegiado, en la primera aldea medioambiental de Galicia, con la intención inicial de recuperar medio centenar de viviendas y la capilla, más la creación de un albergue para 50 personas, un auditorio, un aula de formación o una sala de exposiciones.

Solo fueron rehabilitadas once casas, así como otras edificaciones con interés histórico, como el molino –trigo y centeno eran la base de la alimentación–, el horno en el que se elaboraba el pan y la pequeña iglesia.

El enclave natural privilegiado en el que está la aldea de O Salgueiro. // BRAIS LORENZO

Las casas restauradas se distinguen entre las edificaciones en ruinas, la piel de un pasado habitado, de un rural que fue muriendo. Dos peones de la Xunta se ocupan del mantenimiento, para evitar entre otras cosas que la maleza engulla la piedra.

Vecinos y el Concello de Muíños piden una acción decidida para revitalizar este espacio, situado en pleno corazón del parque natural. Hace falta un permiso personalizado de la oficina del Xurés, que está en Lobios, para acceder, porque el pueblo está en el área de protección especial de esta Reserva de la Biosfera. Más de 600 hectáreas de monte rodean la aldea. La ruta es sinuosa y exigente, debido a la orografía, para poder llegar desde la capitalidad del municipio.

Casas rehabilitadas junto a otras en ruinas. // BRAIS LORENZO

Hubo robos y rotura de puertas

Hace unos años, algunas empresas mostraron interés por dar un impulso a la aldea, pero no fructificó. El alcalde de Muíños, Plácido Álvarez (PP), “en nombre de la corporación y de los vecinos, pido que, bien a través de la iniciativa privada, o de cualquier fórmula de colaboración entre la Xunta, la titular del pueblo y del monte, la Diputación, cuyo presidente ha mostrado disposición a participar, y el Concello, en la medida de nuestros recursos, podamos poner en valor O Salgueiro, que está sufriendo un deterioro progresivo, incluso hubo robos y rotura de puertas, después de una inversión en su día de 3 millones”.

Uno de los operarios de la Xunta, ante una edificación en ruinas. // BRAIS LORENZO

El regidor, que no se cierra a ninguna solución, desde una aldea modelo –el conselleiro de Medio Rural visitó la zona–, al impulso de la gandería intensiva más turismo rural–, avisa de que acciones de dinamización como la que no llegó a fructificar “pueden ayudar a frenar la despoblación, que afecta al rural en general y a la Baixa Limia en particular. La naturaleza es nuestro gran recurso”.

El alcalde, un histórico del PP, dice que no quiere “entrar en guerras” sobre las responsabilidades de la inacción, “pero entre unos gobiernos y otros la aldea está como está. Miremos adelante. Pido a los responsables de la Xunta que, dentro de las posibilidades, hagamos algo por poner en valor lo que significa O Salgueiro”.

La capilla de O Salgueiro, una de las edificaciones rehabilitadas. // BRAIS LORENZO

Cincuenta visitantes al mes

Consultada por este periódico sobre las actuaciones recientes y el plan de futuro previsto, la Consellería de Medio Ambiente afirma que “nos últimos anos, a Xunta levou a cabo de forma continuada diferentes labores de mantemento e limpeza na aldea. A propia finca serve de base permanente para unha cuadrilla de peóns do parque natural. Dous operarios ocúpanse das tarefas cotiás de desbroce, limpeza, vixilancia e conservación inherentes ao mantemento da finca, así como calquera outro traballo ou reparación que poida xurdir”.

Dos rutas de senderismo pasan por O Salgueiro. “É un dos percorridos máis populares e frecuentados polos visitantes que se achegan ao parque natural”, dice Medio Ambiente, pese a que es necesario pedir autorización, para controlar la afluencia y preservar los valores etnográficos y naturales del lugar. “Este ano, unha media de 50 persoas ao mes solicitan permiso ou información para poder achegarse a O Salgueiro”, afirma la Xunta.

Los dos operarios que se ocupan del mantenimiento de la aldea, ante una de las viviendas restauradas. // BRAIS LORENZO

Plantación en 15 hectáreas

Francisco García, cuyo suegro, de 82 años de edad, nació en O Salgueiro, es unos de los miembros de la comunidad de montes de Prado, donde el fuego arrasó el entorno forestal en el año 2017. “Hay que darle vida al pueblo, se invirtieron 3 millones allí y es una pena cómo está. Daría valor y ayudaría a prevenir los incendios, pero las administraciones no se mojan”.

Medio Ambiente asegura que, dentro del plan de regeneración tras los incendios de 2020 que afectaron a parte del parque natural, y también para actuar en otros espacios creando cortafuegos naturales, “a Xunta conta cun banco de máis de 50.000 exemplares de frondosas (sobre todo, abeduis e diferentes variedades de carballos), todas orixinarias do Xurés. E está previsto que no mes de novembro se realice en finca Salgueiro unha plantación de 15 hectáreas, empregando precisamente parte destas árbores”.

Uno de los trabajadores, caminando por la aldea. // BRAIS LORENZO

La consellería, que está ultimando el plan rector de usos y de gestión del Xurés (PRUX), sostiene que “o fío conductor de todas as accións desenvolvidas e proxectadas a curto prazo nesta zona teñen o obxectivo común de contribuír e garantir á conservación” de esta aldea vacía. Y añade que “os fondos europeos do programa Next Generation ofrecen unha grande oportunidade tamén para desenvolver iniciativas e actuacións destinadas á posta en valor do patrimonio e das infraestruturas dos parques naturais, como é o caso de O Salgueiro”.

Una vista de la aldea, desde el interior de la capilla. // BRAIS LORENZO

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