Turistas ávidos por conocer y ver lo que le frece esta provincia de interior en el apartado cultural y paisajístico, y con apetito también en lo gastronómico, por dar cuenta de los productos de la tierra. Los hosteleros de la zona histórica, la que registra estos días incluso listas de espera para encontrar mesa, confirman el pulpo, la ternera gallega y el marisco, –sí, el marisco en Ourense– son los más demandados.
Algunos de los escaparates de los restaurantes de la calle Sanmiguel son un auténtico reclamo de productos de la ría, así como cigalas, centollos y otros de tamaño xl. “Estos días trabajamos casi al noventa por ciento con turistas, y lo que más nos piden es marisco. De hecho los que vienen de regreso de la costa se sorprende de la calidad del que se vende en Ourense. Es que traemos lo mejor de las rías para la ciudad”, explica José Luis, del histórico restaurante Pingallo. Catalanes y vascos “son los que más demandan y admiran la calidad de la gastronomía de Ourense”, afirma
Constantino Iglesias, director-chef de Tizar (comer en el antiguo barallete, la lengua de los afiladores), afina que “después de haberlo pasado tan mal en la pandemia e intentar tirar para adelante con la comida a domicilio, ahora hay muchísimo turista y la mayoría del resto de España”.
Son diez trabajadores los que tiene este verano “porque hemos tenido que incrementar plantilla ante la demanda”.
La carta variada es la clave “tenemos a Diego Amorín, jefe de cocina, que viajó por el mundo y nos permite ofrecer platos internacionales, pero nos piden mucho el producto como jarrete de ternera gallega, cerdo celta, hamburguesa de ternera gallega”, indica.
Un turista que también quiere innovar “y aunque nos piden lo tradicional gallego, también le gusta desde el Poké hawaiano, cocina tailandesa, italiana, o la “pinza”, con ene, con ingredientes como el pulpo, hasta comida mexicana”. Unos turistas muy glotones y que valoran no solo la historia de Ourense, también su gastronomía.
