El agua del embalse de As Conchas vuelve a presentar el color verde tan recurrente de los últimos veranos, y es que la presencia de las cianobacterias ya no es novedad en la zona que lleva años sufriéndolo, pero en los últimos días “ha registrado un considerable empeoramiento” de la calidad del agua, según informa la organización ecologista Amigos da Terra. 

La asociación ya había advertido el pasado 26 de julio, basándose en la última analítica realizada por Sanidad esa misma semana, de que la situación del embalse estaba “empeorando”, pero en aquel momento la zona afectada pertenecía únicamente a la playa fluvial de Portoquintela, en el Ayuntamiento de Bande, sin embargo ahora advierten de que se ha expandido afectando también a la zona de O Corgo, en el ayuntamiento de Muíños.

En la zona de Portoquintela se había alcanzado el máximo nivel de riesgo de proliferación, el nivel 3, existiendo riesgo para las personas expuestas a esas aguas ya sea por contacto directo, por consumo accidental o por inhalación, por lo que se prohibió el baño y la realización de actividades acuáticas. Pero ahora la situación se repite en la zona de O Corgo- A Rola donde también se ha alcanzado el nivel máximo de riesgo de proliferación. “El recuento de cianobacterias supera las 100.000 cél/mL, se cuantifican toxinas en los análisis realizados y se detectan espumas y natas de cianobacterias en áreas donde puede existir contacto directo con los bañistas”, denuncia la organización. 

Amigos da Terra señala que la presencia de las cianobacterias es un episodio problemático y conocido en el embalse de As Conchas que “no se soluciona si no se ataja la problemática de la gestión de los residuos ganaderos que producen las explotaciones de la comarca de Limia y Baixa Limia”.

Además, aseguran que el último informe del Ministerio de Transición Ecológica así lo advierte, alertando del peligro para la salud si hay una exposición prolongada a altas concentraciones. Y, además, alertan del riesgo de contaminación por nitratos de las aguas de los ríos de la comarca de Xinzo de Limia. 

Precisamente esos residuos ganaderos son los que Amigos da Terra consideran “el caldo de cultivo perfecto” para que proliferen las bacterias a las que “les favorecen” las altas temperaturas y la luz solar.