En el corazón de Ourense hay una oferta hotelera más, que nace de la mano de la Oca Hotels y con una singularidad única. El OCA IMI, ubicado en la calle Reza, es la última novedad de la cadena que presume de ser el único hotel con circuito de spa en la capital ourensana. Con capacidad para 42 personas, cuenta con 21 habitaciones y tres tipos de suites diferentes con amplias terrazas.
La novedad juega a su favor, pero también lo hace el servicio de spa que ofertan: “Sin duda que es nuestro elemento diferencial. Nosotros somos un hotel de cuatro estrellas y en Ourense con cuatro estrellas hay seis más, pero ninguno tiene un circuito spa como tal y para nosotros es un servicio más que ofrecer en una ciudad donde el termalismo es su idiosincrasia”. El director describe las instalaciones y su contenido: “Tenemos una sauna seca, una sauna húmeda, duchas tropicales, ducha de sensaciones y todo el circuito spa, que a simple vista parece pequeño, pero cuenta con cuellos de cisnes, hidromasaje a presión, jacuzzi, dos camas de aire y bidones con agua a presión. Es muy completo”.
Las posibilidades de que fuera un circuito termal eran reales, pero no fueron factibles. Sin embargo, su política se basa en la sostenibilidad y la geotermia. Los materiales con los que están hechos los muebles y el distinto mobiliario responde al compromiso por el medio ambiente y al reciclaje, además de apostar por la geotermia como una de las energías renovables más limpias y respetuosas con el medio ambiente del mercado.
El director, Manuel Pérez, señala que “las primeras semanas supusieron mucho trabajo como es normal para poner todo a punto y que estuviera perfecto para el mejor funcionamiento y la mejor atención por parte del equipo del hotel hacia los huéspedes”. Y añade que “Ourense tiene muy marcadas las temporadas pero podemos decir que abrimos el 15 de julio y desde entonces hemos tenido ocupaciones altas y agosto está entrando con fuerza, con reservas a dos semanas vista”.
Sobre la posibilidad de abrir el spa a los ourensanos y ourensanas y no solo a los clientes, Manuel señala que “al final cuando se abre un hotel en una ciudad parece que el hotel es de todos menos de la ciudad en la que está, porque principalmente vienen turistas. Pero nosotros no queremos eso y queremos dar el servicio de spa para toda la población ourensana, ya sea de ciudad o provincia, pero ahora con el aforo a la normativa COVID es muy reducido y tenemos que ajustarnos, por ahora, solamente con las personas que reserven la habitación”.
Precisamente el cumplimiento de la normativa fue uno de los hándicaps que tuvieron en sus apertura ya que Ourense a 15 de julio estaba en un aumento de incidencia y tuvieron que hacer frente a las restricciones máximas que impuso el gobierno gallego. Pese a ello, Manuel ve la parte positiva, diciendo que “si salimos de esta, querrá decir que salimos más fuertes”
Desde el 15 de julio, sus ocupaciones han sido altas y agosto proyectaba un éxito similar. Sobre los clientes, el director perfila que “por ahora lo que hemos tenido es un turista muy vacacional, que viene a visitar la ciudad y los puntos más turísticos, pero la muestra que tenemos no es representativa, porque no llevamos ni un mes abiertos. Tendremos que analizarlos de forma conjunta cuando llevemos un año”.
Julio superó las expectativas, con un cliente donde el 95% era nacional y una pequeña parte internacional. Agosto ya estaba apuntando ser un buen mes y las cancelaciones no eran demasiadas. Sobre esto, finaliza diciendo que “al final mucha gente reserva a dos semanas vista y cancela por temas de contactos positivos o por COVID, pero se está sustituyendo con nuevas reservas. Lo primero es la salud y en ese aspecto nosotros hemos hecho cancelaciones el día antes de la reserva, porque hay que adaptarse y ser flexibles”.
