Desde el Ilustre Colegio de Médicos de Ourense alertan de que la situación asistencial, tanto en los centros de salud como en los hospitales de la provincia, se encuentra “al límite”. En concreto, afirman que este verano el sistema está “en situación más límite que nunca” y alentan al Sergas a “reconocer el problema, en vez de dar mensajes de falsa normalidad” para evitar “incomprensiones y conflictos con los pacientes”.

El presidente de la entidad, José Luis Jiménez, explica que todos los veranos hay “una situación difícil porque las plantillas están justas de personal” y que a las vacaciones de algunos profesionales hay que sumar, este año, “la sobrecarga mantenida” tras un aumento de casos en la provincia que el verano pasado no se daba por estar el virus más controlado. “También hay que tener en cuenta que algunos profesionales están aislados por contactos estrechos con contagiados y jubilaciones que no pueden ser sustituidas porque no hay en estos momentos médicos para poder contratar”, subraya.

En esta línea, explica que la situación es crítica en Atención Primaria: “Tienen agendas muy poco posibles de sostener, con entre cuarenta y cincuenta pacientes cada día, y hay compañeros del rural que están atendiendo las consultas telefónicas de otros municipios que, a veces, incluso están un poco alejados del que a ellos les corresponde atender”.

Los servicios de Urgencias y Medicina Interna, señalan desde el colegio profesional, también están saturados por la situación de la pandemia y unos ingresos mayores de lo esperable. A lo que se añaden aquellos pacientes con COVID-19 persistente a los que no se puede dejar de tratar. “La actividad de quirófano, que ya suele ser baja en verano, también se ha visto afectada y la presión asistencial se resiente con los más de 40 hospitalizados por coronavirus, tres de ellos en la Unidad de Cuidados Intensivos”, incide Jiménez.

Ante estos hechos, desde el colegio piden a la Administración que no normalice la situación para evitar la incomprensión de los pacientes y las situaciones incómodas que sufren algunos profesionales por ser los que atienden a las personas. “La limitación es obvia y la gente debería saberlo”, afirma el presidente de la entidad.

Por otro lado, son cada vez más las quejas de contagiados por coronavirus, y sus contactos estrechos, que no reciben llamadas de seguimiento o información tras haber estado con un enfermo. Según explican desde el colegio, la Consellería de Sanidade establece que los contagiados y su seguimiento corresponden a los médicos de cabecera, mientras que los contactos estrechos son responsabilidad de los rastreadores. “Cuando la gente ha estado en contacto con un positivo y ve que al tercer o cuarto día no les ha llamado un rastreador, llaman ellos a su médico de cabecera”, lamenta Jiménez sobre una tarea que provoca una saturación mayor de los centros de salud.

Apoyo a la Enfermería

Desde el Colegio de Médicos también han querido mostrar su apoyo a los enfermeros, recientemente condecorados con la medalla de Galicia, a los que el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, infravaloró en una publicación en sus redes sociales por considerar que “poner una vacuna no requiere una pericia particular, no es cirugía, y quienes ponen las vacunas no son voluntarios, es más, la mayoría cobran horas extras”.

El SATSE (sindicato de Enfermería) pedirá a todos los partidos representados en el Concello y la Diputación una declaración institucional agradeciendo la labor de los profesionales. Además, exige al alcalde que se disculpe.

El PP, que gobierna con Democracia Ourensana, ha rehusado hacer declaraciones respecto a la opinión vertida por su socio y se ha remitido a otra publicación del exregidor de su partido, Jesús Vázquez, que tildó sus palabras de “absurdas” y “provocativas”.

Por su parte, el portavoz municipal del PSOE en el Concello de Ourense, Rafael Villarino que no entiende cómo el PP “puede mantener un gobierno con una persona así” y calificó la situación de “bochornosa”. En esta línea, Villarino expuso que: “Sin quitarle mérito a la investigación, tampoco se le puede quitar a quienes consiguen que la vacunación se lleve a cabo”.

Bajan los hospitalizados

El número de hospitalizados continúa descendiendo poco a poco. En la actualidad son 43 los pacientes que permanecen ingresados en alguno de los hospitales provinciales: 38 en el CHUO (de los cuales 3 están en la UCI), 2 en el de Valdeorras y 1 en el de Verín–.

El número de casos activos también disminuye hasta los 1.118 en la capital (17 menos que el día anterior), los 157 en O Barco (13 menos), 128 en O Carballiño (3 menos) y 102 en Barbadás (2 menos). El resto de los municipios con contagios continúan por debajo de 100 casos activos y hay ocho localidades sin pacientes pasando la enfermedad.

Aún con todo, según explicó el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, Ourense permanecerá en riesgo alto, porque la situación epidemiológica continúa siendo “mala”. O Barco de Valdeorras seguirá en nivel máximo mientras que Verín pasa a nivel alto, en el que también están Avión, Barbadás y O Carballiño, con lo que el ocio nocturno no podrá abrir, será obligatoria una prueba de inmunidad para acceder a la hostelería y quedarán prohibidas las reuniones entre no convivientes, entre la 1.00 y las 6.00 horas.

Celanova, Coles, Monterrei, Pobra de Trives, Riós y A Rúa estarán en nivel medio y Entrimo descenderá a nivel medio-bajo. Todo ello desde el próximo sábado de madrugada.

Las farmacias supervisarán las muestras de los test de antígenos y comunicarán el resultado al Sergas

El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ourense (COFO) acaba de firmar un protocolo con el Sergas para que no solo se dispensen en las farmacias de la provincia test de autodiagnóstico de antígenos de coronavirus, sino que, además, se comunique el resultado al Servicio Gallego de Salud. Esto servirá, según explican desde el COFO, para garantizar la adecuada identificación de la persona que realiza la prueba y una correcta trazabilidad de los resultados.

También se establece con el protocolo rubricado que la toma de la muestra y su posterior procesado estarán correctamente supervisados por un profesional sanitario. De este modo, los farmacéuticos se encargarán de acompañar y supervisar a la persona que solicite el test.

Desde el inicio del Estado de Alarma, y tras las múltiples oleadas de contagios superadas, la profesión farmacéutica ha reclamando, en reiteradas ocasiones, la posibilidad de dispensar los diferentes formatos de pruebas de detección de COVID-19 disponibles en el mercado. “De esta forma, colaboraremos más activamente con las administraciones sanitarias en la contención de los contagios”, afirma Santiago Leyes Vence, presidente de la entidad profesional.

La adhesión al protocolo será voluntaria por parte de las farmacias, el servicio se incluirá dentro de los programas de colaboración y será remunerado por el Sergas. La población diana de esta iniciativa es la comprendida entre los 13 y los 35 años (ambas inclusive), que no tengan una pauta completa de vacunación y quieran obtener un documento acreditativo para consumir en hostelería o descartar un posible contagio. Los positivos también serán comunicados al Sergas y la Xunta habilitará el teléfono 900 400 116, para poder acceder a la realización de pruebas PCR en el caso de arrojar un resultado afirmativo.