Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

“El relax con la mascarilla fue un error y creo que había que esperar para el ocio nocturno”

Uno de cada cinco pacientes de Urgencias acude por COVID o sospecha, cerca del punto crítico para el Sergas del 25% | El servicio registra cifras de atenciones prepandémicas

Francisco Aramburu, jefe del servicio de Urgencias del hospital de Ourense.

Por las cifras asistenciales, con jornadas de 220, 230 y hasta 250 pacientes, parece como si el servicio de Urgencias de Ourense ya no estuviera en una pandemia –los datos totales de algunos días remiten al 2019, antes de la crisis sanitaria–, pero las precauciones, la sobrecarga que arrastran los profesionales desde hace más de un año y el tipo de atenciones no dejan dudas del impacto –también hospitalario ya– de esta quinta ola: el 20% de pacientes acude por COVID o síntomas y estado sospechosos.

“Desde hace dos semanas estamos en ascenso, rondando el 20%, teniendo en cuenta que el Sergas considera que se está en un punto crítico en un 25%. Nos encontramos actualmente en un porcentaje que es muy cercano al que había en la tercera ola”, indica el urgenciólogo Francisco Aramburu, el jefe de este servicio en Ourense.

"Se debería de haber esperado un poco más a tener vacunada a la gente joven, porque es la que más interactúa y más ganas tiene de divertirse y de salir. Dar permiso es muy distinto a no darlo, y creo que lo de las mascarillas ha sido un error"

decoration

Con una incidencia acumulada a 14 días de 1.111 casos por cada 100.000 habitantes en la ciudad, la que presenta la cifra más disparada de Galicia en este indicador –aunque la evolución es peor actualmente en las otras–, un total de 2.341 casos activos en toda la provincia y 51 hospitalizados –son datos del balance de ayer–, con la previsión del gerente sanitario de la provincia, Félix Rubial, de que el pico de esta quinta ola puede estar ya próximo a alcanzarse en Ourense, la impresión del responsable de las Urgencias del CHUO es que el “relax” de la población y de ciertas medidas permitieron esta explosión de contagios en un contexto de mayor interacción social de los jóvenes desde finales del mes de junio.

"Pensar que vas de botellón, te infectas y no pasa nada es una equivocación"

decoration

“Ha sido una equivocación parte del relax transmitido desde el Ministerio de Sanidad en cuanto a la mascarilla. Se debería de haber esperado un poco más a tener vacunada a la gente joven, porque es la que más interactúa y más ganas tiene de divertirse y de salir. Dar permiso es muy distinto a no darlo, y creo que lo de las mascarillas ha sido un error”. Francisco Aramburu también considera que la apertura del ocio nocturno fue prematura. “Deberíamos haber esperado un poco más también, quizá dos o tres meses”.

La Policía Local vigilando la zona de botellón y ocio nocturno de Ourense. // F. CASANOVA

"Es cierto que entre los jóvenes se trata de un porcentaje pequeño el que requiere hospitalización, pero quien enferma debe saber que puede acabar en planta o en UCI, sin olvidar además las posibles secuelas a largo plazo"

decoration

El jefe de Urgencias de Ourense también se muestra crítico con los bajos porcentajes de participación en algunos de los cribados que se han realizado en municipios como Ribadavia, Ourense, Barbadás, O Carballiño y O Barco, con una asistencia que no ha llegado a la mitad de los citados e inscritos. “Es una equivocación, pero mucho más grave es que haya quien no acude a la vacunación”, lamenta.

El riesgo de desarrollar una enfermedad grave por infección de coronavirus es menor siendo joven, pero la edad no es un factor de protección necesariamente, con personas menores de 40 años que han requerido ingreso en UCI en esta quinta ola, un grupo etario en el que no se ha completado la pauta de vacunación o todavía no ha llegado la primera dosis.

“Es cierto que entre los jóvenes se trata de un porcentaje pequeño el que requiere hospitalización, pero quien enferma debe saber que puede acabar en planta o en UCI, sin olvidar además las posibles secuelas a largo plazo. En esta ola tenemos un porcentaje más alto de gente joven, de entre 20 y 49 años. Lo normal es que la patología sea liviana, pero algunos jóvenes terminan graves. Hay pacientes con treinta y tantos con una neumonía bilateral y que requieren vigilancia estrecha o incluso UCI. La solución es vacunarse, no infectarse, porque esto es mucho más grave, supone padecer una enfermedad. El virus afecta a nivel cerebral, renal o cardíaco, y puede provocar graves problemas. Pensar que vas de botellón, te infectas y no pasa nada es una equivocación”, avisa el médico.

Entrada al servicio de Urgencias del hospital de Ourense, en una imagen de esta pandemia. // I. OSORIO

Son ya cinco olas de pandemia –aunque la cuarta, tras la Semana Santa, fue más leve en Galicia– y la sensación de que la luz al final del túnel que se vislumbraba muy cerca hace un mes se ha oscurecido un poco por la reciente explosión de casos, con una menor presión hospitalaria gracias a la cobertura de las vacunas en los grupos de edad que presentan mayor riesgo. “Se lleva mal, mal”, responde Francisco Aramburu tras un silencio.

“Como jefe de servicio planteé la idea de programar las vacaciones para que todo el mundo pudiera disfrutar este año, porque el pasado hubo que restringir, partiendo el descanso 15 días en verano y 15 en otoño. Este año se preveía que en el verano si hubiera una ola sería mucho más tarde y lo que hicimos fue dar vacaciones de un mes, merecidas. Esto nos coincide con algunas cuarentenas, porque hay facultativos que se están contagiando por estar en contacto con personas o pacientes de COVID. En este momento hay dos infectados: uno ya está de alta y otro ha iniciado la cuarentena hace unos días”. Todo esto, más bajas por otras causas o reducciones de jornadas, hacen que merme la capacidad del servicio. "Estamos en una situación complicada, y en Urgencias debemos estar cada día al 100%”, subraya Francisco Aramburu.

Compartir el artículo

stats