No habrá reconstrucción de los hechos, por ahora, en la causa judicial por el crimen de Velle, la trágica madrugada del 19 de febrero en la que el vecino Diego R. T. asesinó presuntamente a cuchilladas a la joven Ana B. R., de 22 años, e hirió de gravedad a su novio Álvaro B. F. La Audiencia Provincial de Ourense confirma el criterio inicial del magistrado instructor, Luis Doval, y no ve necesaria la práctica de esta diligencia en este momento procesal. La había solicitado la acusación particular que representa a la víctima mortal.

Esta parte, que ejerce el abogado Jorge Temes, cree que se trata de una prueba clave de cara a un juicio ante un tribunal del jurado, para esclarecer cómo fue el proceso de los hechos, desde que el presunto asesino salió de su casa, pidió a voces en la de los vecinos que le abrieran, los atacó sin solución de continuidad –al grito de “voy a mataros”, dijo el superviviente– y después regresó a su vivienda, tras arrojar el cuchillo en una finca colindante, siendo localizado por policías que hablaron con él en ese momento posterior y vieron sangre en sus brazos y en prendas que se había quitado al volver.

Sobre la solicitud de la reconstrucción, la Audiencia Provincial de Ourense señala que “no cabe sino compartir el criterio del instructor, en torno a la falta de cumplida demostración de la justificación de la necesidad de práctica de la interesada diligencia de reconstrucción de hechos enjuiciables, máxime cuando no existe una versión del investigado acerca de su modo de ocurrencia que pueda ser contrastada o depurada con motivo de la práctica”. La acusación particular discrepa y reiterará esta petición antes de que se dé por finalizada la fase de instrucción.

Diego R. T., cuyo examen de capacidades mentales es clave en la causa, sostuvo ante el juez, tras ser detenido, que nunca salió de casa, sino que se levantó sobre las cuatro de la madrugada, se preparó un té e hizo tareas sin dejar el domicilio.

En una declaración testifical ante los policías, horas después del crimen, la madre ofreció una versión que desdecía a su hijo –afirmó que la había dejado encerrada tras decirle que salía a matar conejos–, pero hace unas semanas se acogió a su derecho a no declarar en el juzgado, por lo que la primera manifestación pierde valor probatorio al no haber sido ratificada.