La comisión de trabajo para la ordenanza del botellón se reunió por segunda vez en el Concello de Ourense para abordar las enmiendas presentadas por los diferentes partidos políticos con una idea clara que es la necesidad, sin embargo las cuestiones de contenido no convencen a una parte de la oposición.

Eugenia Díaz (PP), edil de Servicios Sociales, se comprometió en la reunión a citar y convocar a los colectivos vecinales afectados, como son por ejemplo O Cimborrio y la Asociación Casco Vello, para que puedan exponer sus demandas y consensuar una ordenanza antes de la exposición pública. La concelleira volvió a reiterar la necesidad de publicar cuanto antes la ordenanza, que como mínimo no será hasta el mes de noviembre, y destacó que “el botellón es un problema de salud pública y también de convivencia.

La comisión se volverá a reunir en septiembre para que la concelleira dé cuenta de las reivindicaciones vecinales.

La oposición se divide en cuanto al contenido. Desde el PSdeG, Concha Lozano, pide que los planes interdisciplinares se aprueben a la vez con la ordenanza, mientras que el BNG critican al gobierno municipal la falta de alternativas de ocio y de cultura. Desde Ciudadanos, Pepe Araújo, comenta que “el BNG intenta obstaculizar la ordenanza pidiendo un botellódromo” y señala que “es urgente aprobar esta ordenanza para quitar de raíz este problema en la sociedad”.