La situación meteorológica intermedia, entre altas y bajas presiones, con aire frío en capas altas de la atmósfera, hace que el tiempo pueda mudar en horas y en Ourense, donde el verano es sinónimo de calor incluso cuando en el resto de Galicia no ocurre, se pasa en jornadas como ayer del ambiente fresco de primera hora –una mínima por debajo de los 17 grados en la ciudad– a temperaturas elevadas por la tarde.

Vista de la ciudad ayer, cuando el cielo aún estaba nublado. // F. CASANOVA

Del leve orballo que cayó por momentos a las 9 y 10 de la mañana, a la máxima de 34,3 grados en la capital de As Burgas, 13 más que los 21,6 de Vigo y los 21 de A Coruña, 7 más que los 27,5 de Lugo. Las temperaturas máximas de ayer en Galicia se registraron en Ourense: 35,4 en Vilamartín de Valdeorras, 34,5 en Verín y 34,2 en Rubiá.