Después de varios fines de semana con incidencias en la zona de los vinos y quejas de vecinos y hosteleros por botellones y peleas, en este primero tras la aplicación de nuevas restricciones se ha reducido la afluencia a los locales de ocio nocturno –algunos optaron por no abrir– y el amplio despliegue policial ha impedido que se reunieran grupos numerosos a beber en la calle, que está prohibido. Sin embargo, entre la noche del viernes y la del sábado, fueron disueltos un total de diez botellones, seis en la madrugada del sábado al domingo, “todos ellos de baja intensidad y dispersados de modo inmediato”, según la Policía Local de Ourense.
En el control de estas reuniones y del cumplimiento de las medidas contra el COVID han colaborado agentes del cuerpo municipal, la Policía Nacional y la Unidad de Policía Adscrita (la Autonómica). A las 23.30 horas de la noche, los tres servicios coordinaron cómo intervenir, en una reunión celebrada en la comisaría, en la que se acordó continuar con la estrategia de la noche del viernes, en la que se disolvieron cuatro botellones esa madrugada.
Este sábado, la Policía Local se encargó de las tareas de control, en las horas en punto y a y media, con una permanencia de diez minutos en la Plaza Mayor, los jardines de Padre Feijoo y el entorno de las calles Concordia y Santo Domingo. Tal y como establece la norma de las nuevas restricciones que entraron en vigor este fin de semana, fueron precintados con cinta los parques de la Alameda, Calpurnia Habana, el Auditorio, los jardines del Padre Feijoo, la Plaza San Antonio y el Parque da Canle.
El dispositivo policial tuvo que intervenir en un total de seis pequeños botellones registrados a distintas horas de la madrugada del sábado al domingo, en la ciudad de A Burgas: uno a la 1.10 de la noche en el Parque da Canle, otro a las 2.17 en plena Plaza Mayor, dos a las 2.20 y 3.45 horas en el Parque de la Zapatilla, uno en el Auditorio a las 2.35 de la madrugada y, el último, a las 4.30 horas en Rafael Dieste.
Los agentes de la autoridad instruyeron un total de 14 actas de denuncia, cuatro de ellas por presuntas infracciones de la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana, 4/2015. El resto de propuestas de sanción, un total de 10, fueron tramitadas contra establecimientos hosteleros que incumplían el número de veladores permitidos o continuaban con la actividad excediendo el horario.
Baldear la calle para desalojar
Los policías tramitaron actas en locales de hostelería de Nosa Señora da Saínza, Plaza de Santa Eufemia –en dos–, en un total de cuatro de la calle del Pájaro, en la zona de los vinos, así como en otros tres de la calle Ervedelo, la Plaza de Bispo Cesáreo y la confluencia de Curros Enríquez con Manuel Pereira.
Los tres cuerpos implicados en estos operativos de prevención del COVID durante las noches de ocio también colaboraron en el desalojo de la zona de los vinos una vez terminado el horario de los locales, a las 3 de la madrugada. El método empleado para animar a marcharse es el paso de la baldeadora de agua y la barredora del servicio municipal de limpieza. No se registraron incidencias durante esta labor.
El operativo conjunto de los tres cuerpos se dio por finalizado a las 4.15 horas, puesto que a esas alturas de la noche del sábado al domingo, la segunda desde la entrada en vigor de las restricciones de nivel medio en lugares como Ourense, había una “nula presencia de gente en las calles de la ciudad”, según la Policía Local.
