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La Cibdá de Armea cambió en diez años el entorno histórico, cultural y económico de Allariz

Por el proyecto arqueológico pasaran 30 estudiantes. // F. CASANOVA

Hace diez años que el castro de Cibdá Armea, ubicado en Allariz, pasó de ser simplemente un castro a convertirse en toda una ciudad romana. En realidad, la ciudad ya estaba ahí, pero no se podía contemplar ni estudiar como lo que es: un enigma repleto de historia por descubrir. Estaba sepultada bajo la tierra hasta que los integrantes del Grupo de Estudios de Arqueología, Antigüedad y Territorio de la Universidad de Vigo (GEAAT) empezaron a sacar a la luz sus secretos.

Adrián es uno de los estudiantes de la carrera de Historia –matriculado en la facultad de Almería– que decidió pasar parte de su verano desempolvando vestigios de otra época en Ourense. Cuando llegó al campamento, se quedó sorprendido: “Lo que vemos ahora ya impresiona, pero es que el yacimiento es mucho más grande. Y el proyecto en sí resulta muy interesante porque los turistas no solo tienen la opción de visitar los restos durante todo el año, sino que este mes nos pueden ver trabajando en él y eso siempre cambia la perspectiva de los que no conocen la arqueología”, reseña entusiasmado durante un breve descanso. Para él, las altas temperaturas son, según dice, mucho más llevaderas aquí que en su lugar de origen debido a la alta humedad de la costa mediterránea. Así que el trabajo le resulta menos tedioso que a otros estudiantes que proceden de facultades del norte.

Este verano todos los alumnos son de territorio nacional porque la situación tan cambiante provocada por el coronavirus ha hecho que los jóvenes de países como EE.UU o Gran Bretaña, que solían apuntarse para participar, hayan preferido esperar al próximo año.

Aquellos que vienen de otras Comunidades Autónomas solo tienen que pagar el billete para desplazarse hasta aquí porque el alojamiento y la manutención se financia con fondos del proyecto. Una residencia –que otrora era universitaria– es su casa durante 15 días –los trabajos se realizan en dos tandas– y los técnicos los acompañan por las tardes a visitar zonas de interés arqueológico del resto de Galicia y los fines de semana.

Después de comenzar el pasado martes la décima campaña arqueológica de excavaciones, el rector de la Universidad de Vigo, Manuel Reigosa; la alcaldesa de Allariz, Cristina Cid; el jefe del área de arqueología de la Xunta, Roberto Pena y el vicedecano de la facultad de Historia y director de los trabajos en el yacimiento, Adolfo Fernández, recorrieron las excavaciones mientras el último les explicó cuáles son las tareas previstas para este mes –que comenzaron con la limpieza de la maleza, la poda de árboles y la retirada de piedras de la zona–.

“Nesta campaña espérase avanzar na zona leste do xacemento descubrindo unha nova casa da época romana (a domus do triscele), a continuidade dunha rúa e parte doutra gran casa coñecida como domus do hexascele”, resumió Adolfo Fernández. Tras el mes de excavación, vendrán los trabajos de conservación y restauración de todos aquellos vestigios que se encuentren a lo largo de estos 31 días.

Han ampliado en 400 metros el terreno a explorar, lo que supone una mayor carga de trabajo los años que deciden seguir destapando el pasado puesto que los primeros días las labores de acondicionamiento de la zona a excavar son arduas. “Tivemos que mover incluso material que atopamos de escavacións antigas e pasámonos os primeiros tres días limpando para despois indagar sen obstáculos. Sabiamos que os muros continuaban e o que primeiro comprobamos é que así quedan moitas estruturas por descubrir. Isto fai que a xente veña cada ano podendo atopar cousas novas que non vise nunha visita anterior”.

El año pasado fue el único en que la excavación no se desarrollo en el mes de julio a consecuencia de la pandemia. Este, salvo por las mascarillas, que todos deben llevar como medida preventiva, parece haber vuelto todo a la normalidad. “O proxecto é moito máis longo do que aquí se aprecia. Despois deste mes de traballo no campo, hai moitos máis no laboratorio. En outubro sempre facemos un mes de restauración para o que tamén nos desplazamos ata o xacemento. O resto do ano realizamos labores de procesamento e restauración do atopado”, afirma el vicedecano.

“Comezamos da nada practicamente. Era un xacemento que quedara esquecido e aínda que se escavara algo na década de 1950, tapárase e non era visitable. Ao empezar de cero, dez anos despois temos un sitio que visitan, calculamos, unhas 10.000 persoas ao ano”, destacó haciendo balance. Además, todo lo que se encuentra en el yacimiento y consigue restaurarse se musealiza, lo que empuja a los que cada año colaboran en el proyecto a trabajar con más ahínco.

Los alumnos de Historia, de facultades de toda España, trabajarán durante todo el mes en el yacimiento. Fernando Casanova

En anteriores intervenciones en las que explicó la importancia de los descubrimientos de los últimos años en esta parte de la geografía ourensana, el director de la excavación confesó que lo que ahora es una ciudad romana, en un principio se creía un solo castro que se sumaba al montante de los que se reparten por Galicia. Una edificación perteneciente a la Edad de Hierro. Sin embargo, después de una década investigando, están convencidos de que se trataba de una ciudad romana que tuvo gran influencia por la dimensión y el lugar de su ubicación.

Durante las semanas que dure el trabajo, pasarán por Armea una treintena de estudiantes, –este año solo nacionales– que se formarán en arqueología de campo y que proceden de todas partes de España, lo que los encargados de organizar las labores aseguran que enriquece todavía más el proyecto. Además , colaborará personal técnico de la facultad de Historia del campus y operarios del Concello de Allariz.

El rector de la Universidad de Vigo, Manuel Reigosa, agradeció al Concello de Allariz sus esfuerzos durante estos años y que apostaran por los equipos de investigadores tan potentes con los que cuenta la universidad, en general, y la facultad de Historia, en particular. “Quedan anos para que o xacemento aflore na súa extensión, pero trátase dun proxecto que máis que de Allariz debería considerarse como un proxecto de país porque o que se está a albiscar aquí é algo realmente potente. De seguro que terá un recoñocemento importante a nivel turístico, pero tamén a nivel institucional e de coñecemento científico”, expuso durante la visita.

Representantes de la Universidad de Vigo, el campus de Ourense, el Concello de Allariz y la Xunta de Galicia, visitaron ayer las excavaciones arqueológicas para celebrar los diez años de trabajo. Fernando Casanova

La alcaldesa de Allariz, Cristina Cid, reconoció que ayer fue un día muy feliz para el Consistorio porque en la visita los acompañó también el primer regidor que gobernaba en el municipio, Francisco García, cuando diez años atrás, empezó la aventura de Armea.

“Estes traballos son importantes para recuperar o pasado e proxectar o futuro. Para asentar non só a nosa cultura e de onde vimos, recuperar o legado herdado, senón tamén se trata dun proxecto integral de desenvolvemento dunha área tremendamente importante para a parroquia de Santa Mariña e para asentar poboación en Allariz”, afirmó.

Desde el gobierno local se muestran orgullosos de haber contribuido al enriquecimiento del pequeño municipio ourensano desde todos los prismas posibles: el económico, el cultural, el histórico y el internacional con el posicionamiento de Allariz en el mapa para un tipo de turistas que sienten pasión por la Historia. Así las cosas, adelantaron que se trata de un proyecto que no tiene fecha de finalización y que esperan que la colaboración entre entidades siga desarrollándose con total provecho como ha ocurrido hasta hoy en día.

Visitas al pasado

Los más curiosos han de saber que se puede visitar el yacimiento, –aunque solo en horario de mañana– para ver de cerca cómo se desarrolla una excavación arqueológica.

También existe una cooperativa (llamada ‘Xeitura’) que ofrece visitas teatralizadas al lugar, haciendo más fácil al visitante retrotraerse a otra época.

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