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“A experiencia de cada nai é distinta”

La asociación ‘Arrolos de Teta’ es la única en la capital que asesora en cuanto a lactancia a las madres cuando salen del hospital

'Arrolos de Teta' ofrece ayuda a las madres lactantes 24 horas al día a través de un grupo de Whatspp.

Hace nueve años, cuando Sonia Álvarez se vino a vivir a Ourense, amamantar en público no era lo común. Así que se juntó con otras tres madres lactantes y formaron lo que hoy se llama ‘Arrolos de Teta’, una asociación en la que las mujeres encuentran el apoyo que ninguna entidad pública les da en los meses posteriores al parto.

“Comezamos facendo reunións unha vez á semana que despois, ante a necesidade e o aumento de nais que estaban interesadas, convertíronse en dúas. Pero coa pandemia tivemos que parar e facer os asesoramentos individuais por medio das novas tecnoloxías”, explica la presidenta de la organización.

Ofrecen, entre otras cosas, préstamo de material y ayuda 24 horas a través de un grupo de WhatsApp. “Sempre hai algunha nai esperta para atender as dúbidas doutra porque os bebés non entenden de reloxos”, bromea Sonia cuando le preguntan por si existe un horario de consulta.

También forman parte de la comisión de lactancia del CHUO que elaboró la guía. “É unha mágoa porque leva dous anos feita, pero os profesionais dos servizos de xinecoloxía, obstetricia e pediatría nunca acoden ás reunións e se non fose polas enfermeiras e as matronas non estaría nin escrita”, afirma.

Desde la entidad achacan el retraso en la publicación del protocolo a que su aplicación tendría que llevar implícito un aumento del presupuesto sanitario. “Unha das cousas que demandamos é que na sexta planta exista a figura de asesora de lactancia certificada e que mentres iso non é así, polo menos, haxa unha ou dúas matronas porque agora non as deixan subir, e dúas enfermeiras nun turno nocturno non son suficientes, por moi boa intención que teñan. Falta persoal”, añade.

Critican el enfoque exclusivo de que a las mujeres que acaban de parir se las trate como a personas enfermas, en lugar de abarcar todo el proceso emocional que supone tener hijos. Reclaman que debería existir un acompañamiento profesional más allá de las revisiones al pediatra o al ginecólogo. Alguien que les diga a las madres que todo va bien y que cada bebé es diferente. Que existen estudios y percentiles que cumplir, pero que la flexibilidad es importante. “Sempre hai unha desconfianza en todos os procesos que teñen que ver coa reprodución femenina e que non son controlables. Fixarse só nos percentís fai que moitas lactancias se frustren. A ciencia é boa, pero ten que ser unha guía, non unha doctrina inamobible.”, sopesa la presidenta de la entidad.

Desde la asociación piden que no se infantilice a las madres durante el embarazo que no se difunda el mensaje de que la lactancia materna, más allá de los dos años de vida del niño, no es beneficiosa. Brais Lorenzo

‘Arrolos de Teta’ es un grupo de madres (tienen página de Facebook para contactar con ellas en caso de que alguna mujer esté interesada), sin ánimo de lucro y que no cobra por dar consejo. El tratamiento es siempre horizontal y algunas de ellas se quedan en la tribu aunque sus hijos hayan crecido y ya no estén lactando. “É importante a experiencia porque cada unha ten unha distinta. Todas vivimos a crisis dos 15 días, do mes e medio, dos tres meses ou dos seis meses pero de xeito diferente polas nosas circunstancias persoais e porque os nenos non son robots”, cuenta.

Para evitar que los mitos corran de unas madres a otras y la experiencia científica prime –dejando cierto margen de adaptación– siempre hay dos asesoras en las reuniones que, hasta que irrumpió el COVID-19, se celebraban en el centro cívico de la calle Colón. Es el Concello el que les presta las instalaciones, pero no resulta suficiente. Hace años, el ejecutivo local financiaba otra organización, llamada ‘Coliño’, que también protegía la lactancia materna y que con el gobierno del PP dejó de funcionar.

Desde la asociación exigen que se dé respuesta a las más de 100 reclamaciones que se interpusieron desde enero en obstetricia, ginecología y pediatría; que los pediatras actualicen su formación en lo que se refiere a lactancia materna; que no se use el sacaleches como un medidor de cuánta cantidad produce la madre –porque no es una ciencia exacta– y que el área de neonatos ofrezca una mayor intimidad para los recién nacidos, entre otras proclamas. “En Ourense temos a sorte de contar cunhas boísimas matronas que non nos tratan como vasijas que sirven para ter fillos. Pero hai algúns xinecólogos que xa durante o embarazo infantilizan ás mulleres. Estamos preñadas, non nos volvemos parvas”, finaliza.

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