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El 80% de las mujeres que dan a luz en el CHUO se decantan por la lactancia materna

Una madre, que acaba de dar a luz en el hospital de Ourense, intentando que su bebé comience a mamar mientras el padre lo estimula. / BRAIS LORENZO

En la sexta planta del hospital Materno del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), un equipo de enfermeras aconseja y ayuda a las mujeres que acaban de dar a luz para que puedan optar por la lactancia materna, algo que desde el servicio señalan que cada vez va más en aumento.

Un 60% se decantan por dar el pecho directamente; otro 20% combinan el pecho con el biberón y el 20% restante alimentan a sus hijos exclusivamente con el biberón, cuenta Pilar Blanco, coordinadora del servicio. “Las mamás que optan por combinar el pecho con el biberón suelen estar motivadas por el hecho de que los niños nacieron bajos en peso y ellas, los primeros días, no tienen suficiente cantidad de leche, pero al coger peso pueden continuar dándole exclusivamente de mamar”, puntualiza.

Allí se encargan, entre otras cosas, de desmitificar algunas informaciones erróneas que les pueden llegar a las madres por ser lo que antaño se estilaba. “La lactancia tiene que ser a demanda siempre porque hay que estimular el pecho para que produzca leche. Los niños van pidiendo y el cuerpo de la mujer cada vez genera más leche. Por eso los primeros días los bebés piden tanto”, explica.

“A veces las madres no preguntan por vergüenza, pero nosotras ayudamos a todas las que nos lo piden. Y cuando suben a planta, después del parto, les damos un folleto informativo para que vayan echándole un ojo. Es importante que estén pendientes de que el niño coma. Y si ellas no dan hecho, porque cuando son muy pequeñitos se quedan dormidos, nosotras las ayudamos a estimularlos”, destaca sobre la importante labor que desempeñan en las primeras horas de los recién nacidos.

Una guía para unificar

Las enfermeras, matronas, pediatras y ginecólogos con experiencia y formación en la lactancia materna, del área sanitaria de Ourense, Verín y O Barco, han elaborado una guía durante cinco años (entre el 2015 y 2020) que está pendiente de publicación. En dicho documento se pretende unificar los criterios –actualizándolos en base a estudios científicos– por los que se rijan todos los profesionales del sistema de salud de la provincia que atienden a las que acaban de ser madres.

Las enfermeras de la sexta planta del Materno ayudan a las mujeres a introducirse en la lactancia materna. Brais Lorenzo

“La idea es que, a la confusión y dudas que pueden tener las recién paridas los primeros meses, no se sumen los consejos contradictorios, de profesionales que no están especializados, que las confundan más y les dificulten el proceso”, apunta la enfermera.

Cómo colocar al niño para realizar el colecho, cómo hacer el contacto piel con piel, cómo extraer la leche cuando la mamá tiene al niño en prematuros y quiere alimentar ella al bebé, los signos que alertan de que el crío tiene hambre o cómo identificar rápidamente una mastitis son algunos de los temas que se abordan en este documento.

Los cambios de gerencia de los últimos años y el coronavirus han provocado que se retrase la aprobación del mismo, pese a que desde el servicio insisten en que debería ser urgente su publicación porque serviría para prevenir y seguramente muchas consultas se descongestionarían. “Se evitarían conflictos que confunden absurdamente a las madres, como por ejemplo si pueden tomar un medicamento determinado porque el pediatra les dijo que sí pero después el ginecólogo les dice lo contrario”, afirma Blanco.

Las profesionales del servicio remarcan que ellas pueden ayudar a las madres cuando están ingresadas, pero una vez que se les da el alta ya no tienen alguien a quien preguntarle 24 horas al día, de ahí la importancia de la guía. “Además, lo recomendable es darles el pecho como mínimo seis meses, pero no hay un máximo estipulado. Aquí hay mujeres que dan a luz por segunda vez y siguen amamantando al hijo mayor, que tiene un año y medio o dos. No pararon en ningún momento de dar el pecho y estaría bien que los profesionales de otras especialidades pudieran aconsejarlas correctamente si les surgen dudas al año de haber parido”, explica.

“Si la madre y el niño están cómodos, no hay problema ninguno en que continúen lo que quieran, pero muchas mujeres se ven forzadas a dejarlo por incompatibilidades laborales o porque no son capaces de enfrentarse a las crisis de lactancia”, finaliza.

En España, la baja por maternidad es de cuatro meses, pero algunos colectivos, como la plataforma feminista PETRA, piden que se amplíe hasta los seis.

Es un derecho de las mujeres, pero también de los niños.

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