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Más de 50 mujeres encontraron empleo en Ourense con un programa de formación

Personas inmigrantes, con discapacidad o en riesgo de exclusión social participan en un proyecto de integración laboral EEl 45% de las inscritas consiguen un puesto de trabajo

En el centro, con pantalón blanco,Alison Fariñas, acompañada de otras alumnas y la profesora. | // F. CASANOVA

Alison Fariñas lleva dos años y medio en Galicia (concretamente en A Manchica, parroquia del municipio de A Merca, en Ourense). Ella, junto a su marido –hijo de gallegos emigrados a Venezuela– y sus dos hijos decidieron hacer el viaje de vuelta ante la mala situación en el país latinoamericano.

Es una de las 100 mujeres que este año se han beneficiado del programa integrado de empleo que el centro CIMO está ejecutando desde el pasado mes de noviembre, con fondos de la Xunta. Un programa que atiende a féminas en riesgo de exclusión social, inmigrantes, menores de 30 años con baja formación, desempleadas o con alguna discapacidad.

En el caso de Alison, todavía no ha podido homologar sus títulos –procedimiento administrativo que se ha visto más retrasado en el último año a consecuencia de la pandemia–. Es por ello que, en lugar de quedarse en casa sentada esperando una oportunidad, decidió apuntarse a este proyecto. “Me gustaría conseguir una estabilidad y poder aportar económicamente algo en casa, como lo hace mi marido. Si puede ser con algo relacionado con mi formación previa, mejor, pero lo que quiero es trabajar”, explica desde su pupitre.

En Venezuela trabajó como gerente de una compañía de seguros durante años. Estudió Administración y Contabilidad y desde que se graduó (en 1992) hasta que se vinieron a España, siempre tuvo empleos ligados al área de los seguros. “El problema aquí es que para dedicarte a eso prácticamente en todos lados te piden que lo hagas como autónoma y yo no conozco todavía muy bien los mecanismos para trabajar como autónoma. Además, preferiría primero un contrato por cuenta ajena para aprender cómo funcionan las cosas”, explica.

Cursos de varias áreas

La formación consiste en sesiones grupales –clases formativas– y tutorías individualizadas para que puedan trasladar sus inquietudes personales y profundizar en las respuestas. Cocina, nuevas tecnologías, cuidado de personas dependientes, documentación administrativa, primeros auxilios o idiomas son varios de los contenidos que abordan los cursos, algunos de ellos con la opción de obtener una certificación profesional.

“Esto me parece la mejor opción para los que, como yo, tienen que esperar a que se homologuen sus titulaciones, porque estudié allí y tengo experiencia allí pero aquí no sirve de mucho hasta que no pueda demostrar mis conocimientos y experiencia. Eso supone que, mientras no me den la homologación, tengo que empezar un currículo desde cero. Con los cursos a los que me apunté aprendí cosas relacionadas con hostelería o ventas, por ejemplo. Puedes hacer cursos de capacitación para varias áreas”, explica sobre los beneficios de la formación que ofrecen en este centro ourensano y al que no dudaría en volver a apuntarse.

Desde CIMO les dan a las mujeres apoyo transversal que implica formación pero también sustento emocional ante la sensación de sentirse perdida con un horizonte laboral complicado y con la obligación de empezar de cero.

Tienen en el centro, además, el objetivo de insertar cada año al 45% de las participantes en el programa con un contrato, como mínimo de tres meses, o como autónomas, durante un mínimo de medio año. Desde el mes de noviembre hasta ahora diez mujeres dieron de alta su propia empresa como sociedades civiles o cooperativas.

“Las acompañamos en el proceso de crear su propia empresa porque no es algo sencillo y en muchos casos no saben nada al respecto”, resume Begoña González, directora del centro ourensano en el que se implementa el proyecto.

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