Dos meses de vacunación masiva y el perfil del paciente infectado por el SARS-CoV-2 en la provincia de Ourense ha rejuvenecido 11 años. El impacto de la inmunización en la evolución epidemiológica se percibe ya desde el momento en el que se completó la vacunación en las residencias sociosanitarias y comenzó la citación de los mayores de 80 años. Los pinchazos mitigaron la cuarta ola que no llegó a tomar altura, y al tiempo que crece el porcentaje de población inmunizada, se contrae el efecto del virus.
El pasado 30 de abril, con 271 casos activos en el área sanitaria de Ourense y 45.000 personas inmunizadas, la media de edad de los contagiados se situaba en 47,6. Este martes, con el triple de ourensanos blindados ya contra el virus, el promedio de edad de los 141 infectados es de 36 años. El mayor tiene 83 y el más pequeño 6 años.
En cuanto al género, según los datos facilitados por el Sergas, casi el 57% de los positivos son hombres y el 43% son mujeres, si bien la edad media en ambos sexos es la misma.
Menos complicaciones
Otro de los cambios que se observa en el perfil del paciente de coronavirus tras dos meses de vacunación masiva tiene que ver con los efectos de la enfermedad. La inmensa mayoría de los contagiados están pasando el COVID-19 en sus domicilios, sin complicaciones ni necesidad de ingreso hospitalario. De hecho, de los 141 casos activos ayer, solo dos requieren cuidados asistenciales, lo que se traduce en un índice del 1,4%. Uno de los pacientes se encuentra en planta y otro está en la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI. Ambos en el CHUO, ya que tanto el hospital de Verín como el de Valdeorras están libres del virus.
Efectividad de las medidas
Desde el área sanitaria de Ourense sostienen que tanto las medidas que se han ido adoptando en la luchar contra la pandemia como la vacunación han demostrado su efectividad. “Sin duda, este cambio en la incidencia global, la presión asistencial y la edad media, está directamente relacionado con la concatenación de las medidas de control, la vigilancia epidemiológica, rastreos de contactos y cribados poblacionales, y la extensión de la vacunación frente al COVID”, señalan desde el Sergas.
Destacan que la esperanza depositada en la vacunación “se está confirmando con datos en vida y tiempo real”, tanto para reducir infecciones como casos de enfermedad grave. La última víctima mortal del coronavirus en Ourense se registró el 18 de mayo, hace más de un mes. “Se está comprobando que la efectividad de la vacuna se mantiene en personas vulnerables a causa de la edad, con un descenso de la mortalidad y de los casos que requieren hospitalización”, inciden.
137.016 ya completaron la pauta
A punto de completar las primeras dosis del grupo de 40-49 y con el colectivo de 30-39 pendiente ya del SMS, la cifra de ourensanos con la pauta completa asciende a 137.016. En total se han administrado en la provincia 312.280 dosis.
El 67% de los casos se concentra en la ciudad
Desde el inicio de la pandemia, la ciudad de Ourense ha concentrado el mayor número de infecciones por coronavirus. Una circunstancia lógica ya que la capital concentra un tercio de la población provincial.
También ahora, con la curva en meseta y una incidencia por debajo de 44 casos por cien mil habitantes en la provincia, la ciudad, con 94 contagiados, registra el 66,7% de los casos activos. De hecho, con 90 casos por cien mil habitantes este martes, Ourense presenta la peor incidencia de la siete urbes gallegas.
En el conjunto de la provincia hay 141 casos activos, uno menos que el lunes, tras contabilizarse siete altas y sumar seis nuevos contagios en las últimas 24 horas. La presión hospitalaria es mínima, con solo dos pacientes ingresados, uno en UCI, y otro en planta, ambos en el CHUO. La situación mejoró respecto al lunes, con un paciente COVID menos.
A nivel municipal, además de Ourense ciudad, solo cuatro concellos tienen más de tres casos activos: Barbadás 9, A Merca 7, O Barco y Verín 4. En 71 no hay ninguno, lo que supone que el 77% de los 92 municipios están libres del virus.
