El gerente y el artillero de una cantera de A Gudiña, de 66 y 40 años, se sentaron este lunes en el banquillo de los acusados para responder ante la justicia por un delito de riesgo provocado por explosivos, que reconocieron, y por el que se conformaron con una pena de 21 meses de prisión, multa de 3.240 euros y 6 años de inhabilitación para el ejercicio de la actividad de manipulación y tenencia de explosivos. Como carecen de antecedentes, la condena de prisión queda suspendida y no tendrá efectos prácticos salvo que cometan un delito en dos años. Podrán pagar la multa de forma íntegra o a plazos, o bien sustituirla por trabajos comunitarios si no pueden hacer frente al desembolso, tal y como les comunicó ayer la magistrada del Penal Número 1 de Ourense, Blanca Díez.

La mañana del 26 de febrero de 2018, sobre las 9.15 horas, el equipo de intervención de armas de la Guardia Civil de Ourense se presentó en la cantera para efectuar una inspección ordinaria. En torno a las 10.15 horas, los agentes hallaron en unos huecos situados en el interior de una escombrera, en un habitáculo oculto y semienterrado, seis bidones de plástico y un tarro con material explosivo, así como un cartucho de dinamita sin detonador. En total, había 3,58 kilos de pólvora, 18,2 metros de cordón detonante que se corresponde con el explosivo pentrita y 525 gramos de dinamita Goma 2. Según se considera probado, el explosivo fue manipulado y ocultado por los acusados “sin adoptar las medidas de seguridad tendentes a evitar que la explosión pudiera causar una situación de riesgo grave para la vida, o integridad física de los trabajadores y usuarios de la cantera”.