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El campus “salvó” el curso COVID y ya prepara el regreso a la “normalidad”

Francisco Rodríguez, Gil Garrote, María Milagros Fernández, Susana Reboreda, Marta Fernández, Montserrat Cruz, Xosé Manuel Cid y Humberto Michinel. Iñaki Osorio

En medio de un ambiente de graduaciones, exámenes, lecturas de tesis y trabajos de fin de grado y máster, el campus se prepara para cerrar un curso académico “atípico y muy difícil”, pero que, en palabras de los decanos y directores de los ocho centros, se ha “salvado”. La clave, destacan, está en el “gran esfuerzo” realizado por el profesorado y el Personal de Administración y Servicios (PAS), pero también en el comportamiento “responsable y autoexigente” del alumnado. Los contagios han sido aislados y no se han producido brotes.

Todos los centros apostaron por la máxima presencialidad pero la docencia ‘online’ y las aulas espejo han sido inevitables, tanto para reducir aforos como para garantizar la docencia del alumnado durante períodos de cuarentena, y sobre todo al inicio del segundo cuatrimestre, cuando la Xunta decretó la docencia virtual en las tres universidades gallegas parar frenar el impacto de la tercera ola.

El protocolo para el curso siguiente no está todavía definido pero ya se trabaja con una posible reducción de la distancia de 1,50 a 1,20 metros. Un cambio que facilitará reajustes pero que no permitirá recuperar la normalidad previa a la pandemia. Los responsables de los equipos directivos siguen muy de cerca el ritmo de vacunación y confían en que la inmunidad de grupo sea ya una realidad al inicio del próximo curso. No obstante, ya contemplan comenzar con mascarilla en el interior, ventilación y todavía sobre la mesa el plan de prevención que han tenido que diseñar para hacer frente al COVID.

Ingeniería Aeronáutica y del Espacio

La crisis sanitaria obligó a los cinco decanos y tres directores de escuela a afrontar cambios drásticos y en algunos casos estrenaron su gestión haciendo frente a la pandemia. Es el caso de Humberto Michinel, que se incorporó a la dirección de la Escuela de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio en octubre, en pleno ascenso de la segunda ola y con el curso recién comenzado. Además de lidiar con el virus, tuvo que ponerse al frente de las negociaciones con la Universidad de A Coruña para la fallida implantación del máster interuniversitario en Ingeniería Aeronáutica, que ha dejado a dos promociones sin la opción de cursar el posgrado en Ourense por falta de entendimiento con la Escuela de Caminos. Cerrar este capítulo es uno de los “objetivos principales” del centro, apunta Michinel, así como poner en marcha nuevos proyectos de I+D. “Tenemos planteadas varias peticiones al ministerio que esperemos que se resuelvan positivamente”, indica.

“Los casos han sido aislados y no ha habido brotes en el centro; esto indica que la gestión que se ha hecho ha sido positiva”

Humberto Michinel - Director de la Escuela de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio

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El curso, señala, ha sido “atípico” al igual que el anterior pero sin “grandes problemas” desde el punto de vista sanitario. “Los casos han sido aislados y no ha habido brotes en el centro; esto indica que la gestión que se ha hecho ha sido positiva”. A mayores, la escuela puso en marcha su propio sistema de sensores para hacer seguimiento de los niveles de CO2 en las aulas con el que pudo verificar en todo momento que las condiciones de ventilación eran adecuadas. El sistema, señala, probó que realmente era necesario mantener las ventanas abiertas bastante tiempo.

Este centro mantuvo la presencialidad total y fue en las prácticas de laboratorio “donde más se ha resentido la docencia, porque debido a las normas COVID tan estrictas en materia de distancia no se han podido dar todas, pero no ha sido una carencia significativa”, explica el director.

Educación y Trabajo Social

Xosé Manuel Cid también se puso al frente del decanato de la Facultad de Educación y Trabajo Social en plena pandemia, en septiembre de 2020. El trabajo de gestión no era nuevo para Cid, que ya había sido decano del centro y que siempre estuvo vinculado al equipo directivo en diferentes cargos. Lo que sí fue nuevo para él, al igual que para el resto, fue adaptar el curso a las nuevas exigencias sanitarias. Con la dificultad añadida de que este centro, que imparte cuatro grados y varios programas de máster y doctorado, es el más grande en número de alumnado con grupos de 90 y 100 alumnos.

“Al principio había un desconcierto enorme, los alumnos casi tuvieron que decidir si alquilaban piso o ponían mejor internet en casa, pero al final salvamos el curso”, señala. Para que esto fuese posible, indica, “tuvimos que trabajar todos codo con codo”. La ventilación en el edificio de Ferro fue una de las “principales preocupaciones” en la aplicación del protocolo sanitario en este centro, que se resolvió con la apertura de ventanas en aquellos puntos en los que era necesario reponer cristales.

“Hubo algo de desgaste en el profesorado y tuvimos alguna baja por agotamiento"

Xosé Manuel Cid - Decano de Educación y Trabajo Social

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La docencia fue mixta, con grupos pequeños y medianos presenciales y grupos grandes con una hora y media de clase semanal virtual. “El alumnado fue muy responsable pero es verdad que hubo algo de desgaste en el profesorado y tuvimos alguna baja por agotamiento, pero la valoración es positiva, y a nivel de formación, algunos se quejaron de que el rendimiento era menor en casa”. Pese a todo, el decano sostiene que ha sido un curso equiparable al resto, eso sí, “fruto de un esfuerzo mucho mayor por todas las partes”.

“Entre todos salvamos el curso y esperamos retomar cierta normalidad, porque por mucho que la pandemia esté más o menos desaparecida, hay normas que nosotros no podemos cumplir. Con grupos de 90 y 100 alumnos va a ser muy difícil tener aulas, aunque haremos lo posible y siempre que podamos arreglar iremos al 100% presencial”.

Derecho

En la Facultad de Derecho, solo fue semipresencial la parte teórica del grado. Pese a la incertidumbre con la que arrancó el curso actual, señala la decana, Marta Fernández, hubo “una previsión suficiente” para abordar el nuevo año académico, “y contamos con las herramientas necesarias para poder alternar, en caso necesario, la docencia presencial, mixta y virtual”. Destaca que el plan de prevención del centro se respetó “escrupulosamente” y alaba la disposición del alumnado “que se adaptó de forma ejemplar a los cambios”.

“El alumnado se adaptó de forma ejemplar a los cambios”.

Marta Fernández - Decana de Derecho

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Si bien tuvieron que lidiar al inicio con problemas técnicos que fueron remitiendo, la docencia “pudo impartirse en condiciones de calidad muy similares a las de la docencia presencial”. De cara al próximo curso, Marta Fernández se muestra “optimista” ante la posibilidad de recuperar la suficiente normalidad para garantizar la presencialidad total y que las aulas espejo o la docencia ‘online’ se mantenga únicamente para casos excepcionales. “Hasta que la inmunidad de grupo sea segura, activaremos el plan de prevención”, concluye.

El grupo de decanos y directores de escuela, en una de las instalaciones del campus. Iñaki Osorio

Enfermería

La Escuela Universitaria de Enfermería fue la que afrontó el curso con mayor seguridad ante el coronavirus porque todo su alumnado se vacunó contra el COVID-19. El curso se adaptó a la modalidad de docencia mixta y la situación sanitaria retrasó la incorporación del alumnado a las prácticas clínicas, explica la directora María Milagros Fernández, “pero esto no impidió que realizaran la totalidad de las horas que tienen establecidas”.

"El hecho de que el alumnado esté vacunado aporta mayor seguridad"

María Milagros Fernández - Directora de la Escuela de Enfermería

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Entiende por ello que la calidad no se ha visto condicionada porque los alumnos pudieron impartir estas materias prácticas de manera presencial pero sí reconoce que ha sido necesaria, por parte del estudiantado, “una actitud autoexigente y mayor constancia en cuanto al trabajo autónomo”. De cara a septiembre, augura un inicio de curso todavía con distancia social pero incide en el que el hecho de que el alumnado esté vacunado “aporta mayor seguridad”.

Historia

La Facultad de Historia ha tenido que hacer frente al COVID coincidiendo con un incremento del alumnado. El campus remoto, señala la decana, Susana Reboreda, “fue la herramienta básica” para organizar los turnos y también constata una bajada de asistencia presencial en los primeros cursos donde, de manera voluntaria, muchos alumnos optaron por el formato ‘online’. Respeta esta elección pero apuesta por recuperar la presencialidad: “El alumnado tiene que venir”.

“El reto que nos queda a los centros es volver a convencer a toda la comunidad de que hay que estar; recuperar la vida universitaria”

Susana Reboreda - Decana de Historia

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La buena evolución prevé un mejor inicio de curso, “con menos distancia”, avanza. “Resolvimos el curso y fue heroica la actitud del alumnado y del profesorado; creo que no ha habido gran diferencia en la calidad por el plus de trabajo de todo el mundo y por el apoyo de las aulas remotas, que funcionaron estupendamente”, destaca. “El reto que nos queda a los centros es volver a convencer a toda la comunidad de que hay que estar; recuperar la vida universitaria”.

Ingeniería Informática

El director de la Escuela de Ingeniería Informática, Francisco Rodríguez, afirma también que esta situación “nos ha hecho valorar mucho más la presencialidad y la importancia del trabajo directo y continuo con los alumnos”. Su centro trabaja ahora en la elaboración de la memoria para la implantación del grado interuniversitario en Inteligencia Artificial, y en paralelo prepara la organización del próximo curso manteniendo los protocolos al menos durante el primer cuatrimestre ya que, aunque se rebaje la distancia a 1,20, explica, el centro aumentará plazas y los grupos son numerosos.

"Esta situación nos ha hecho valorar mucho más la presencialidad y la importancia del trabajo directo con los alumnos”

Francisco Rodríguez - Director de la Escuela Superior de Ingeniería Informática

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La calidad de la docencia se ha mantenido pero advierte de una caída en el rendimiento del alumnado “motivado por la propia situación y el agotamiento”.

Empresariales y Turismo

La decana de Empresariales y Turismo, Montserrat Cruz, cree que la evolución “ha sido mejor de la esperada” y atribuye este logro a la implicación de todos. “Comenzamos con docencia mixta y hemos finalizado el curso en presencialidad total, y a final de mes tendremos por fin las presentaciones de los TFG que también ser realizarán en la facultad”, apunta. Con todo, destaca que los cambios “generaron cierta incertidumbre, afectando al seguimiento docente en algunos casos”, lo cual obligó a “adaptar mucho el material docente y hacerle comprender al alumnado que tenían que modificar su forma de trabajar”. Ella misma impartió su docencia ‘online’ por un problema de salud con resultado satisfactorio.

“Comenzamos con docencia mixta y terminamos con presencialidad total”

Montserrat Cruz - Decana de Empresariales y Turismo

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La Facultad de Ciencias también notó una bajada en la asistencia a clases a pesar de que el centro adaptó sus espacios para impartir la mayor parte de las clase presenciales y solo el 10-20% exigió docencia mixta, explica el decano, Gil Garrote. Este esfuerzo, indica, permitió mantener la calidad incluso en los laboratorios “donde se dieron más horas de clase para reducir el tamaño de los grupos, y se emplearon medidas de protección adicionales”. No obstante, con la docencia ‘online’ o mixta, “la falta de contacto directo con los alumnos sí implica una merma en la calidad docente, especialmente en las asignaturas más prácticas”. Con el aforo al 50% en septiembre, confía en poder iniciar el curso con un cien por cien de presencialidad.

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