Veintiséis personas acudieron finalmente a la prueba de ocio nocturno en el pub Keops de Ourense, entre las 21 horas y la 1 del sábado. "Todo salió bien, muy controlado y muy tranquilo. No hubo que recordar ni una vez que tuvieran puesta la mascarilla. La gente era consciente de qué había que hacer", resumía ayer Diego Nóvoa, encargado del establecimiento.

"A alguno se le hacía raro volver a un local, la música alta, poder bailar, pero hay ganas". El sector ansía retomar la actividad el 1 de julio, a la espera de conocer el protocolo y el resultado de las pruebas, en los próximos días, a los asistentes de este ensayo.

La calidad del aire en el interior se analiza con un medidor de C02. // IÑAKI OSORIO