A.S. y D.V., padre y madre de dos menores de edad, aceptaron la propuesta del Ministerio Fiscal de 3 años de prisión cada un delito de homicidio por imprudencia grave, que le costó la vida a uno de sus hijos, y otro por lesiones, tras romperle cuatro costillas a su otro hijo, con pocos días de diferencia.

El Ministerio Público, la letrada de la Xunta y la acusación popular hecha por Amigos de Galicia alcanzaron un acuerdo, rebajando la pena solicitada que era de 7 años para cada uno, después de negociar en la vista que tuvo lugar ayer en el Juzgado de lo Penal de Ourense.

Para el padre, A.S., que está en prisión por otra causa, la pena será de 2 años de prisión por un delito de homicidio por imprudencia grave y la prohibición de aproximarse a menos de 300 metros del menor ni a comunicarse con él durante 8 años. Para la madre, D.V. se le imponen los mismos plazos para las condenas de prisión, pero sin la prohibición de acercarse al menor, con quien está teniendo encuentros programados cada mes.

Además, ambos se quedarán sin la patria potestad del niño y deberán hacer frente solidariamente a una indemnización de 5.400 euros por el delito de lesiones y 6.000 euros como responsabilidad civil. El representante jurídico de la Fundación Amigos de Galicia se mostró “contento” por el acuerdo alcanzado, después de que padre y madre de los menores admitieron los hechos sucedidos en marzo de 2019.

Suspensión de penas

Desde la defensa del padre, el abogado Francisco señaló que “la intención es que le concedan la suspensión de la pena a ambos. Hay circunstancia, que aunque tengan antecedentes, creemos que por la petición que se hizo de 2 años por un delito y 1 año por el otro, se podría suspender la pena en ambos casos. Lo que pasa es que en estos momentos es una cuestión que no se podía precisar más y se determinará ya en la ejecución de la sentencia. Eso es lo que pretendemos que le concedan la suspensión de la pena a los dos”.

Y añade que “será una cuestión que se puede ver por el tipo de penas solicitadas y por los programas de rehabilitación de ambos”.

COSTILLAS ROTAS Y MUERTE POR UN CALOR EXCESIVO


La Fiscalía de Ourense, en su escrito de acusación, señala que durante el 1 de marzo “uno de los dos progenitores asió y presionó fuertemente a uno de los bebés por los costados, todo ello con el conocimiento del otro progenitor, que no trató de evitarlo. Lo zarandearon con brusquedad y con una fuerza desproporcionada”, según los padres tras “sufrir un síncope”. El pequeño, que tuvo que ser intervenido y estuvo en UCI pediátrica, resultó herido con cuatro costillas rotas.

Tres días después, 4 de marzo de 2019, los padres “acostaron al otro bebé orientado hacia un calefacto de aire caliente, lo que le provocó un calor excesivo, ocasionando la muerte del mismo, probablemente por deshidratación”. Cuando se dieron cuenta, los padres intentaron reanimar a su hijo de un mes y medio de edad, pero no pudieron hacer nada por su vida. La Fiscalía señala que “obviaron las normas esenciales del cuidado”.