El Penal Número 2 de Ourense celebró ayer un juicio contra un hombre acusado de un presunto delito de amenazas a la mujer que fue su pareja durante veinte años. El hombre no se conformó con la petición de condena efectuada por la Fiscalía, que solicita once meses de prisión y dos años de incomunicación por cualquier medio y de alejamiento de la víctima –a una distancia mínima de 300 metros–, de manera que la magistrada resolverá en la sentencia si hay pruebas suficientes para condenar al varón por ese ilícito penal o si, por el contrario, procede dictar la absolución.

Según relata el ministerio público en su escrito de calificación de estos hechos, el acusado, que carece de antecedentes penales que computen en esta causa a efectos de reincidencia, la tarde del 22 de febrero de 2016, después de tener conocimiento de que su esposa le había revocado notarialmente los poderes que ostentaba en la empresa de la mujer, con la presunta intención de atemorizarla la llamó por teléfono y le manifestó que “iba a reventar todo”, según recoge el escrito de acusación que defiende la Fiscalía de Ourense.

Sobre las 20.30 horas de esa misma jornada, el acusado presuntamente acudió a una propiedad que tanto el presunto autor de las amenazas como la víctima poseían en un municipio de la comarca ourensana de O Carballiño y decidió encerrarse en el salón de dicha vivienda con una garrafa de gasolina.

El ministerio público sostiene que el hombre amenazó a su esposa con que iba a quemar la casa y a “dejar todo negro”, pidiéndole además hablar con ella a solas. En el lugar se presentaron amigos de la pareja así como un agente de la Guardia Civil. Entre todos consiguieron que el encausado depusiese su actitud. La petición de condena por parte de la Fiscalía incluye que se le prohíba el derecho al porte y la posesión de armas también durante un periodo de dos años, así como el abono de las costas procesales de todas las partes, en el supuesto de que resulte condenado por estos hechos, que este jueves se juzgaron en el Penal Número 2 de Ourense más de cinco años después de que tuvieran lugar.