Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

CRISIS SANITARIA GLOBAL

El fin del toque de queda en Ourense deja paso a la libertad y el miedo a volver atrás

Ourense inicia la “nueva normalidad” con el 22% de la población con la pauta completa

Las calles de Ourense, tras el fin del toque de queda | // F. CASANOVA

La hostelería recuperó el pulso la noche en la que desapareció el toque de queda y, por consiguiente, el estado de alarma. Con el fin de las restricciones y el adelanto por parte del gobierno gallego de las libertades que rigen la “nueva normalidad”, la terrazas, las taperías y los restaurantes fueron el centro neurálgico de una noche que distó mucho de las vividas en otra capitales de provincia españolas.

Hubo responsabilidad, pero también prudencia. Se sintió la libertad, pero también el miedo de volver atrás. Durante la noche eran muchos los grupos de personas que se concentraban para celebrar el tiempo perdido.

Cinco personas en la Plaza Mayor de Ourense, después de la terminación del estado de alarma en Ourense. | // FERNANDO CASANOVA

Cuatro amigos en la Plaza Mayor decían que “ya estábamos un poco cansados de la situación, y había ganas de verse, de disfrutar de una cerveza o de una copa en un entorno como este”. La mascarilla subida, excepto para consumir. No era la tónica general, de una acción esencial en la hostelería.

"Si todos cumplimos las medidas y no nos desmadramos, la pandemia será historia"

decoration

La masificación que se vivió ayer por las calles se veía venir. Una pareja en la Plaza de San Martiño decía que “ahora que nos dejan salir, lo haremos pero siempre con responsabilidad, no podemos volver atrás”. La mujer señalaba que “sí es cierto que hay mucha gente, pero si todos cumplimos las medidas y no nos desmadramos, la pandemia será historia”. La libertad se sentía en el comportamiento social y también en las palabras.

La resaca de la primera noche sin toque de queda deja otro sabor. Cuatro amigas en la mañana de ayer domingo en la Plaza Mayor advertían que “las imágenes que vimos del sábado por la noche no eran muy halagüeñas. No había mucho desmadre, pero al final cuantas más libertades, más contagios va a haber”.

Optimismo por ver la luz al final del túnel, pero con el miedo de volver atrás por las libertades implantadas desde este pasado fin de semana, en una cuarta ola que disminuye sus índices sanitarios.

Inmunización e incidencia

Ourense salió del estado de alarma con 53 concellos sin casos activos y con la ciudad como el principal foco de toda la provincia, donde se contabilizaron a día de ayer 96 casos activos, de los 253 totales. Lo que supone el 38% de los casos totales que están padeciendo la enfermedad.

Uno de las principales preocupaciones de las autoridades sanitarias era el foco del barrio de A Ponte donde se contabilizaron cinco rebrotes familiares. Por ello, se hizo un cribado y los resultados de las 1.414 muestras de los vecinos que participaron arrojaron un resultado de 0 positivos.

70.000 inmunizados en la provincia de Ourense

decoration

La provincia vive en la nueva normalidad sin toque de queda en todos los concellos, excepto en Laza y Cualedro donde la hostelería permanece cerrada, hay cierre perimetral y están prohibidas las reuniones de no convivientes.

La “vieja normalidad” todavía sigue vigente. La incidencia disminuyendo (34 casos por 100.000 habitantes a 7 días), la presión asistencial reduciéndose en la última semana y los casos activos aminorándose moderadamente. Ese es el escenario de la provincia, donde ya hay un total de 70.000 personas con la pauta completa, es decir, con el 22% de la población inmunizada. Se inicia una nueva era entre la libertad y el miedo a caer en otra ola, entre el optimismo y la prudencia, entre el libertinaje y la responsabilidad. Las consecuencias (o no) dentro de una semana.

Compartir el artículo

stats