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“En verano habrá días con solo 6 o 7 bomberos, es un peligro”

Seis de los nueve bomberos que ayer conformaron el turno, en el parque. // IÑAKI OSORIO

Ayer había nueve bomberos de turno para atender las posibles emergencias en una ciudad de 105.000 habitantes; la situación está muy lejos del ratio ideal de 100 bomberos por 100.000 habitantes y el servicio de extinción de incendios y salvamento de Ourense cuenta con solo 45 profesionales, con una media elevada de edad. Si la cifra se situara en torno a los 70 componentes, el servicio estaría en mínimos aceptables, dicen los profesionales. En verano, advierten, habrá jornadas en las que solo estarán disponibles seis o siete efectivos. Si se producen dos emergencias a la vez, en una época en la que el riesgo de incendios forestal se multiplica en la provincia que más arde de España, la posibilidad de dar respuesta rápida o simultánea será inviable.

“Estamos en peligro de no poder cubrir un servicio, no digamos si tenemos dos. Para que se vea cómo está el problema: si hay un árbol caído en una carretera, un riesgo para la seguridad vial, el hecho de atender ese servicio nos impediría cubrir otro. No tenemos personal, o se soluciona o el parque de bomberos se va al garete”, alerta Amancio Rodríguez, que ayer ejercía como jefe de servicio.

“Hay una oferta de empleo para poder incrementar la plantilla con 12 bomberos, pero ahora mismo hay tres bajas y este año se han jubilado dos compañeros, con otro más que lo hará a final del año, más otros dos que pueden jubilarse cuando quieran. Contamos con que esos 12 no se incorporen hasta después del verano. Por ahora han salido las listas provisionales, después vienen las definitivas y las posibles reclamaciones”.

La media de edad en el parque de bomberos de Ourense es elevada. // IÑAKI OSORIO

Varias acciones recientes del actual gobierno municipal han permitido mejorar la dotación de medios materiales, como con la reciente adquisición, por más de 36.000 euros, de un equipo para poder localizar a personas desaparecidas bajo los escombros, mediante cámara térmica y otros dispositivos técnicos. Pero la formación falla, y los propios bomberos se ven obligados a buscar vídeos en Youtube para conocer las prestaciones del equipo y saber cómo manejarlo.

En material estamos mejorando, pero viene mucho que se acumula en un almacén, al que no se le está dando uso. Lo más urgente es contar con más personal, porque si no hay gente para subirse a los camiones, por decir algo...”, indica Amancio Rodríguez. La dotación de medios, en todo caso, tampoco es completa aún. La lancha para rastrear el Miño no facilita la observación del cauce, aunque se utilice igualmente. Por tierra también hay carencias. “Necesitamos un vehículo forestal que hemos reclamado y que todavía no tenemos”.

El año pasado, según la memoria de actividad que el Concello de Ourense hizo pública la semana pasada, los bomberos efectuaron 1.062 operativos, tras descartar 68 falsas alarmas y 71 llamadas en las que su participación no fue necesaria. De este millar de actuaciones, un tercio se debió a tareas de desinfección durante la primera ola, cuando más importancia se daba a la limpieza de superficies. Entre abril, mayo y junio de 2020 realizaron 344 salidas para desinfectar espacios. Es un número que supera a la labor más habitual de extinción de incendios, con 211 alarmas a lo largo del año pasado. Si hoy se considerara necesario seguir con esta labor, que muchos expertos ya desaconsejan apuntando a que la vía principal de contagio son los aerosoles y con baja probabilidad las superficies, tampoco sería posible puesto que el vehículo que se usaba para esa función tiene la bomba averiada y no ha sido reparado aún.

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