Representantes del Sindicato Unificado de Policía (SUP), el mayoritario de la comisaría provincial de Ourense, con el 60% de los afiliados, se reunieron ayer con el subdelegado del Gobierno, Emilio González, para elevar las problemáticas que el sindicato detecta en la sede ourensana de la Policía Nacional. Entre otras cuestiones, el SUP expresó el “malestar emocional y profesional generalizado” en la demarcación por la treintena de funcionarios implicados en expedientes disciplinarios, informaciones reservadas y procedimientos sancionadores desde que el actual jefe provincial, Juan Carlos Blázquez, llegó al cargo en febrero de 2018. La plantilla es de 200 efectivos. “Los datos no tienen parangón ni con otros periodos anteriores ni con otras plantillas de similares características”, denuncia el SUP

Los representantes sindicales comunicaron también al subdelegado la “mala gestión”, a su entender, de los recursos humanos de la comisaría. Además, criticaron el cierre de la sala del 091 cuando Ourense cuenta, desde 2017, con una central de comunicaciones Cimacc que funcionaba “a pleno rendimiento”. El SUP recordó al subdelegado que ha habido llamadas sin atender y otras alertas respondidas con retraso, puesto que un solo funcionario atiende por el mismo canal las llamadas de Ourense y Lugo.

Entre otras cuestiones, el sindicato también trasladó problemas de medios materiales, como falta de chalecos individuales, vehículos o fundas antihurto para el arma reglamentaria.